40. Aclarando los malos entendidos

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No se había ido pero evitaba al máximo quedarse a solas con él, pues ella mejor que nadie sabía lo débil que era, no lo había dejado de amar ni por un instante, lo amaba tanto o más que antes, y deseaba estar a su lado, pero no debía olvidar que él era un hombre casado. La convención estaba por terminar ya habían pasado seis días y en dos más terminaba todo.

Don Mario estaba muy feliz pues logro que el proyecto fuera un éxito, esa era la oportunidad que ambos estaban buscando.

Sumergida en sus pensamientos en la recepción sentada en la sala de estar estaba mirando fijamente a Mary viendo lo tranquila sin ninguna preocupación, cuando de pronto se le acerca un caballero y la saluda.

_ ¡Mi señora Kim, que alegría me da verla! _Duarte con el mismo entusiasmo que lo caracterizaba _Me imagino que su marido está muy feliz _sonrió_

_Emily le hace unas señas que baje la voz para evitar que Mary lo escuche. Mary se acerca y le dice _ Huy se confundió _Y sonríe_

_No, ellas es la esposa de mi mejor amigo, él es como mi hermano. _Le extiende la mano y se presenta.

Emily trata de escapar lo más lejos de él, entonces él empieza a gritar Señora Kim, señora Kim. Emily al escuchar los gritos se detiene, se devuelve lo toma del brazo y le dice _ ¿Nos tomamos un café?_ Pero, pero, pero..._trata de intervenir Mary.

Sentados en una banca, Duarte la mira a los ojos y comienza a preguntar

_ ¿Cómo has estado? Sabes yo nunca entendí porque tu quisiste romper con tu marido.

_Disculpa, pero yo no quise romper, yo rompí con él y punto. Contesto mal humorada_ ¡Perdona pero no te metas!

_Bueno yo estoy aquí como el hermano de tu esposo y como tu cuñado si tú quieres, pero, sino lo quieres entonces seré tu abogado, para la demanda de divorcio.

_¡Otra vez! ya firme la demanda de divorcio, el contrato ya se terminó _Comento exasperada

_No cariño, que pena tener que informarte, desde el momento que ustedes se enamoraron, el contrato se canceló, y se convirtieron en un matrimonio legal, tanto en Colombia, como en Corea, es más aquí tienes tu cedula de ciudadana coreana y extiende su brazo para entregarle el documento. Tu misma firmaste el consentimiento.

_Pero..... él se casó allá, yo lo escuche cuando ustedes hablaban en la oficina.

Emily.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora