13: parte dos.

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Jimin fue directo al baño para limpiar sus manos luego de la jornada de estudio

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Jimin fue directo al baño para limpiar sus manos luego de la jornada de estudio.
Tenía ya planeado una maravillosa tarde de películas con Yoongi, recordaba qué cosas habían en casa para comer.
No recordaba con claridad si su hogar estaba limpio o no, pero no fue motivo relevante para cancelar la cita que tenían.

Si, el lo miraba así, estaba emocionado por pasar tiempos con Yoongi a solas. Dónde pueda hablar y verse.
Eso era suficiente para hacerlo feliz.
Salió corriendo por sus cosas, Taehyung estaba en la salida con Jungkook hablando así que fue a despedir.

— Me iré ya.- dijo cuando estuvo frente a ellos. Vio hacia atrás en busca de la mirada gatuna del chico al que esperaba, todos los estudiantes salían con prisa y otros muy lentos para su gusto.

— Jimin, dile a Taehyung que venga conmigo a ver Iron Man ¡dice que es aburrido!- exclamó en berrinche.

Jimin se giro a ellos indignado.

— ¿Nuevamente con eso? Taehyung, ya te dije mil veces que debes conocer lo que le gusta a Jungkook, y tu niño debes respetar la opinión de Tae. ¡No es difícil comprender al otro!- regaño mientras suspiraba cansado de que los dos chicos siempre discutieran por cosas tan simples.

— ¡Ja! Dijo que conocieras lo que me gusta.-

— Y dijo que respetes mi opinión.-

— Par de tontos.- se alejo de ellos cuando vio a Yoongi salir, fue a su lado con una sonrisa ya que el antes mencionado le hacía olvidar todo a su alrededor.

— Estoy listo.-

— ¡Bien! Tengo muchas cosas para hacer en casa.-

Caminar a casa un lunes luego de un día largo de clases era ahora más ameno con la compañía de el chico pálido.
Jimin sintió que el trayecto a su hogar fue muy rápido pero se sintió feliz.
Era lo único importante en ese momento.
Y para ser sinceros se sentía nervioso lo estar a solas con Yoongi, quién era un chico mayor.

Pero algo le daba tranquilidad en medio de todo este asunto y era que su acompañante estaría feliz.

— Bienvenido a mi casa, este es el jardín...¡Las flores de mamá! Mira, pequeños girasoles por ahí.-  señaló alegre mientras bajaba un poco para mostrar las flores amarillas que su madre había sembrado la semana pasada.
Min miro su alrededor pasando por cada pequeño detalle del jardín de la casa de Jimin.
Todos los colores como el arcoiris estaba ahí, no tenía duda.

— Me gustan las flores.- 

— Oh ¿En serio? Es algo curioso en ti, Yoongi.-

— Puede ser.- se abrazo a si mismo, Jimin saco las llaves de la casa y abrió sin más.

— adelante, estás en tu casa.-

Yoongi dió paso, al inicio estaba la entrada donde se quitó los zapatos y un pequeño mueble a su lado donde Jimin colocó las llaves.
La estancia era elegante, muy moderno y con alguna que otra cosa fuera de su lugar, el color corinto en las paredes le daban un aura vintage.

Camino a uno de los sofás y dejo su bolso seguido de su chaqueta, miro las fotos encima de la chimenea, una Foto de Jimin pequeño con un disfraz de vaca le hizo sonreír y caminar dónde estaba.

— Eres lindo.- confesó cruzado de brazos mientras seguía viendo la foto.

— ¿Tu lo crees así? Mi mamá insistió mucho en que esta foto se quedará aquí. Que vergüenza.- rió un tanto nervioso por las palabras del mayor, aunque se sintió feliz por eso, sus mejillas rojas decían lo contrario.
El chico que estaba de espaldas frente a el asintió y se giró dejando de lado eso para suspirar.

— ¿Qué haremos?-

— Tengo todas mis películas aquí.- señaló el mueble dónde la televisión estaba, abrió una gaveta para mostrar todos los discos, y casettes viejos que su padre aún conservaba. — Nos gusta guardar estás cosas, son parte de nuestra infancia y mi papá dice que eso es sagrado.- decía mientras le mostraba cada cosa que tenía.
Yoongi miraba con mucha atención, cosa que a Jimin le gustó pues todos decían que era basura que había que tirar.

— Ahora solo debes prender el televisor y buscar la película que quieres sin buscar entre todos los discos, entiendo a tu padre. Algunas cosas siempre significarán mucho en nuestras vidas.-

— Yoongi ¿Tú tienes algo que signifique mucho en tu vida?- cuestionó abrazando sus rodillas sin dejar de verlo, le daba curiosidad saber de dónde venían esas palabras.
Min se acomodó cruzando las piernas.

— Un piano.-

Jimin abrió los ojos con sorpresa, era obvio que a Yoongi le gustaba la música pero jamás, en ningún momento, lo vio acercarse a un piano en lo que llevaban del ciclo escolar.
Aún en las clases de artes Yoongi jamás vio el piano, como si estuviera peleado con el.

— Un piano...-

— Mi hermana siempre me pedía que le ejecutará alguna pieza, su favorita era Claro De Luna, también es la mía.- confesó de último, Jimin no quería preguntar, arruinaría el momento y eso es lo que menos deseaba ahora que Yoongi le hablaba más seguro de lo que hacía.

— ¿Quieres tocarla para mí?- Pidió con una voz sumamente suave. — Mi padre tiene un piano en el estudio.- agrego para luego sonreírle.

Dudó un poco, pero al ver la esperanza en los ojos color miel del pequeño sintió que podía hacerlo.
Asintió suavemente a lo que Jimin se puso de pie rápido y le llevo consigo, atravesando los pasillos de la casa.
Tomaba su mano, y ese tacto lo relajo luego de haber aceptado tocar el piano.

— Este es.- señaló alegre mientras buscaba una silla para reposar y apreciar el espectáculo.
Yoongi se sentó y suspiró, miro con detalle a su enemigo por años, hecho de madera de caoba siendo aún más difícil para el, con las manos temblorosas intentó más no pudo.

Sintió entonces la mano de Jimin nuevamente en la suya.

— Está todo bien, confía en mí.- le dijo, algo en el se removió, en su estómago había una fiesta de emociones y en su pecho el corazón latía tan fuerte que sentía que saldría en cualquier momento.

Asintió otra vez.
Y empezó a suavemente, los ojos del menos se centraron en los de Yoongi.
La pieza era muy relajante y le hacía sentir muchas cosas que no descifraba.
Disfruto tanto, sin saber que era la primera vez en muchos años que Min Yoongi tocaba nuevamente un piano.

Cerro los ojos deleitado por el sonido agradable que sus oídos recibían, relajado por la manera tan delicada en la que Yoongi lo hacía.
Pensando mucho en lo difícil que fue para Yoongi la muerte de su hermana, lo que significaba esta pieza para el y  lo que ahora estaba haciendo. Sin pensar las consecuencias.
 
De golpe dejo de escuchar el maravilloso sonido del piano, volviendo en si.

Yoongi estaba llorando desconsolado.

Se sintió asustado por eso así que corrió a el para abrazarlo, pero este no podía dejar de llorar aún estando en sus brazos, sollozando y con sus manos aferrándose a la camisa de Jimin.

Lo que sería una tarde de películas termino siendo una razón más para quedarse a su lado.

El era más vulnerable de lo que pensaba y sabía que no podía dejarlo ahora menos que nunca.
Quería darle una razón para sonreír en los días grises, que nunca le hiciera falta ese calor para que fuese acogido de la manera más amorosa posible.

— Estoy aquí, por favor no sufras más.- pidió en un susurro, pero el llanto no cesó.

Ambos aferrados al otro, sintiendo en sus corazones eso que pocas veces encontraban.
Queriendo quedarse así para siempre sin necesidad de más, solo del otro y su calor.

Cometiendo un gran error desde el inicio.








ɢᴏᴏᴅ ʙʏᴇ, ᴍʏ ʟᴏᴠᴇ ➪ ʏᴍ ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵃ ✓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora