Primer libro.
⟨⟨ Yoongi top, Jimin bottom ⟩⟩
Dónde Yoongi escribe una carta de despedida a su amado en silencio.
Y la historia detrás de esta.
adiós, mi amor.
Segundo libro ~ aún te amo.
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Yoongi sentía ese viaje perfecto, como un sueño hecho realidad gracias a que Jimin lo hacía todo tan bonito, le gustaba la naturalidad con la que este le hablaba y lo abrazaba. Esos pequeños brazos que lo rodeaban le daban la sensación de calidez que tanto busco.
Habían pasado el día jugando, caminando y charlando. De la mano ambos reían debido a la discusión en la que Tae y Jungkook se habían metido. Siempre era así, peleaban por tonterías pero se querían más de lo que demostraban.
— Solo los tontos creerían que el cereal va primero.- quejó Taehyung echándole en cara mientras se cruzaba de brazos.
— No puedo esperar más de el chico que dice 'elote en vaso' cuando realmente es esquite.-
— ¡Tu dices pochoclos, los pochoclos son solo las palomitas dulces!- dijo aún más enojado.
Una pelea interminable que había empezado porque ninguno Quería ir adelante del trineo.
— ¡Es que es la misma cosa!-
— Bien chicos, ninguno de los dos llegará a tener razón.-
— ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?- pregunto otra vez Taehyung ignorando a Jimin, quién intento todo por detener su charla infantil.
— Duh, eso es fácil. La gallina.- contesto Jungkook con tono obvio torciendo con disgusto los ojos.
Tan tontos.
— Hasta en eso estás mal, pero que puedo esperar de un virgo, nada.-
— ¿¡Ahora metes los signos del zodiaco!?-
La campana sonó dejando la discusión en el aire pues los cuatro chicos voltearon a ver a los encargados.
— ¡El almuerzo está listo!-
— Bien, ¡ya tenía hambre!- Jungkook corrió lejos de ellos sin siquiera esperarlos, su estómago rugía como si se hubiera tragado un león.
— Niño tonto.- dijo Tae yéndose tras el, dejándolos nuevamente solos.
Yoongi miro de reojo la mano de Jimin que aún tenía la suya agarrada con firmeza.
— Son el uno para el otro.- comento volviendo su vista a los dos chicos que corrían.
— ¿Ah? Lo son, a Taehyung ya le venía bien ese lado inmaduro y divertido. Merece ser feliz.- esas últimas palabras las dijo casi en susurro, el agradecía en el fondo todo eso, su mejor amigo era alguien muy lastimado, una segunda oportunidad era lo que necesitaba.
— Vamos a comer.- ambos caminaron lento mientras sonreían para si mismos, querían poder desenvolverse adecuadamente frente a todos, pero justo llegando a la puerta dejaron sus manos. Sintiendo el frío en ellas y actuando normal para no generar sospechas.
