6. Jueves 🔥

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Terminó el fin de semana, ya empezaba a asomarse los primeros rayos del lunes y Mew se estaba terminando de poner la corbata. Tenía una reunión programada en unas horas. Se miraba al espejo sonriendo. No había podido quitar esa sonrisa desde el jueves cuando salió de aquel bar esperando a que el sentimiento de asco e inmundicia lo tacleara, pero no llegó en ningún momento. Después de esperar a que ese sentimiento llegara el viernes y no lo hizo, se dio cuenta que empezaba a conciliar con el hecho de que se sentía atraído por un hombre, pero no cualquier hombre, era uno especial y demasiado sexy.

Lo único que lo golpeó ese día fue haberse dado cuenta de lo estúpido que fue al no pedirle un número de contacto a Gulf. Pero también se había reconciliado con el hecho de que no pensaba claramente cuando estaba frente a él. En definitiva, el fin de semana fue para Mew muy significativo, sobre todo, después de haber estado dentro de Gulf -hmmm- todavía se saboreaba los labios. Estaba seguro de que nada igualaría aquello. Era curioso que un acto, que, a la luz de la sociedad normal, o mejor dicho mojigata, era considerado abominable, para él había resultado ser revelador. Ahora estaba seguro de que quería probar más y más, solo necesitaba que Gulf no se cansara de eso, al menos no hasta que Mew sintiera que fuera suficiente, así podrían los dos seguir su camino por separado. ¿Cuánto le tomaría eso? ¿dos o tres meses?

El siguiente jueves llegó y con él otros cuantos jueves

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El siguiente jueves llegó y con él otros cuantos jueves. La promesa de no volver a follar no la pudieron cumplir ni siquiera el jueves siguiente. Gulf no se aguantó las ganas de ponerse su Plug, pensando que "cualquier cosa puede pasar", pero lo real es que se lo puso planeando que ocurrieran. Mew estaba encantado. Cada jueves, en ese baño pasaban muchas cosas. Se besaban con locura. Durante el resto de la semana se iban deseando para llegar a desfogar el estrés y tensión ese día. Llevaban los últimos dos jueves follando en el auto de Gulf. El baño siempre fue un lugar público y el jueves anterior a Gulf le pareció haber escuchado la voz de Kao en el baño. No le dijo nada a Mew sobre eso, pero lo convenció de ir al auto para más comodidad, además, lo había dejado parqueado estratégicamente debajo de un par de árboles, en la oscuridad pura. Esa noche pudieron follar dos veces y después acurrucarse. El corazón de Gulf estaba peligrosamente cálido. Aquella sensación en los brazos de Mew lo estaba elevando al cielo de ilusiones. No podía negar que tenía miedo, pero lo cierto era que Mew en las semanas que habían pasado le había demostrado cosas que le hacían pensar que no le era indiferente.

El segundo jueves que follaron en el auto fue más salvaje. Salieron del baño del bar, envueltos en pasión. Gulf sonreía al pensar que todos estaban viendo como Mew lo besaba y parecía que a este no le importaba. Llegaron al auto y antes de entrar Mew recostó sobre la puerta trasera a Gulf, se frotaba contra él descaradamente. Maravilloso. Para Gulf, que sabía lo que eso significaba y el camino que había recorrido Mew antes de poder hacer eso, era maravilloso. Sonrió en su corazón, orgulloso por ser parte de ese proceso. Aunque llevaban tiempo follando, nunca se habían podido quitar completamente la ropa, solo se conocían la polla, algunas veces los pectorales y el abdomen de Gulf entraban en escena, pero no más. Lo mismo con Mew, solamente una sola vez Gulf había podido deleitarse viendo aquel precioso pecho. Y esa noche no iba a ser la excepción, no tenían suficiente tiempo, habían utilizado algunos minutos para socializar con los amigos de Gulf, luego bailaron un poco, después Mew le dio un apretón a su trasero y lo guio al baño, donde Gulf siempre se lavaba muy bien sus manos para la actividad que venía.

Men For Men *Libro 1* (Mew-Gulf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora