Men For Men *Libro 1* (Mew-Gulf)

29. La Realidad

La pandilla se quedó un par de días para ayudar a Rain y a Mew con lo que este último les había hablado, entre otras cosas, un establo reformado donde los terneros recién nacidos pudieran estar bien los primeros días de vida. También añadieron un par de carpas cerca de la zona de las hamacas para poder agregar más sillas. Al final del tercer día, justo antes de que los visitantes se marcharan las zanahorias del huerto estaban listas para ser cosechadas junto con las coles y algunos tomates. Sunny y Gulf recolectaron y como pago por la ayuda en la granja, acomodaron en pequeñas canastas parte de las verduras para que los chicos las llevaran.

La sonrisa de Mew en esos días había sido real, profunda y duradera. La felicidad se podía respirar y Gulf estaba agradecido por eso. Miraba a Mew cada vez que podía para asegurarse de que estaba bien, cómodo y alegre, y cuando se daba cuenta de que así era, entonces su felicidad también emergía. Mew también estaba pendiente de Gulf, de su estado de ánimo, pero también de su herida, que a propósito sanaba satisfactoriamente.

- Rain fue un gusto conocerte- decía Mild estrechando la mano de este como despedida. Estaban cerca del umbral de la puerta, sus cosas ya estaban en los carros. No era una despedida para siempre, habían quedado de reunirse más seguido.

- Lo mismo digo, los amigos de mis hijos son mis amigos- señaló Rain con una sonrisa.

- Gracias- rieron los chicos.

- Cualquier cosa que necesites en la granja, no olvides en decirnos, viejo- dijo Phachara abrazando a Rain.

- Cuida ese lenguaje cariño- dijo First dando una pequeña palmada en el hombro a su pareja. Este se quejó inicialmente, pero después sonrió – gracias Sunny y Rain, tienen una casa hermosa y han sido las mejores vacaciones en mucho tiempo- añadió. Mientras First y Mild hablaban con Gulf antes de subirse a sus autos correspondientes, Phachara llevó a Mew a un sitio más alejado.

- ¿Cuál es el misterio? -preguntó Mew entre risas al ver que su amigo miraba para todos lados cuidando que nadie escuchara.

- ¿Has hablado con Ahn? – preguntó Phachara.

- Si, bueno, me llamó recién que pasó lo de Kao y hemos estado enviándonos mensajes, pero hace tiempo que no la veo- contestó Mew - ¿por qué? ¿le pasó algo? – preguntó preocupado.

- Yo la vi antes de venirnos, me pidió que le llevara algunas cosas a la casa porque no se sentía muy bien. Tiene algo Mew- señaló.

- ¿Cómo que tiene algo? - Mew se estaba impacientando- ¿de qué hablas? -

- Mira... ¿recuerdas lo que te dije en el hospital, de que yo también me acostaba con ella? - preguntó y Mew asintió sin quitar su cara de confusión – bueno, la última vez que estuve con ella muy hace más o menos dos años. Después sabes que he estado dedicado a mis asuntos laborales y esas cosas... no volvimos a tener ningún encuentro sexual, pero seguimos siendo amigos como siempre- terminó de decir esperando que ante su relato Mew hablara también de su experiencia con Ahn.

- No sé para qué me cuentas esto- dijo Mew

- Ahn tiene algo- repitió Phachara, pero esta vez pasando su mano sobre su estómago simulando un vientre hinchado. Mew detuvo su mano de un golpe y lo miró con enorme sorpresa y después preocupación. Miró hacia donde estaba Gulf hablando con sus amigos y afortunadamente estaba mirando para otro lado. Dejó salir un suspiro cansado.

- ¿Estás diciéndome que Ahn está embarazada? – preguntó Mew con un tono muy bajo.

- Es lo que vi Mew. Ella no me dijo nada... bueno, yo no le pregunté tampoco, pero... -