Mew no quiere hacer nada en contra de lo que la sociedad considera normal. Por eso, cuando encuentra a Gulf en el bar gay llamado Men For Men, intenta por todos los medios evitar desviarse de la norma. Pero al intentarlo toda su vida se desordena...
- No lo sé mi Sunflower, eso me suena un poco cobarde ¿no te parece? – le decía Sunny a Gulf mientras bebían su café habitual. El tiempo que aprovechaban para hablar del negocio y de sus vidas. Tenían una amistad muy fortalecida, Gulf lo agradecía. Contar con alguien como Sunny en esa ciudad y país era muy reconfortante, sobre todo cuando se trataba de una persona amable, especial y considerada.
- Bueno, no sé si cobarde. Yo lo definiría como extraño – respondió Gulf – desde que lo vi la primera vez con su grupo de amigos ya no volvió con ellos. Ahora va solo. Después, llega al bar como un salvaje, nos besamos, pero cuando siente mi erección se aparta, luego no me da su verdadero nombre, no me habla, no me dice mayor cosa, luego me desea de nuevo, hace todo lo posible por no tocarme la polla y luego, cuando todo estaba perfecto, me dice que no lo entiendo porque le pregunté su verdadero nombre – botó el aire y sonrió – es raro, pero besa tan rico-.
- Suena como que está experimentando - afirmó Sunny.
- Bueno, podemos decir que yo también. Nunca me he liado así con alguien. Por favor, ¿en un baño de un bar? – dijo dando el sorbo final a su café.
- Si, porque tu experiencia en el crucero no cuenta ¿verdad? - ella sonrío pícara- pero bueno, yo me refiero es a que me suena como si estuviera experimentando con hombres- susurró y Gulf mantuvo su mirada fija en la mesa mientras pensaba en eso. Si, tenía sentido para él. Recordó cuando estaban en la mesa y miraba alrededor, como fijándose en ver alguien conocido.
- Gulf – dijo Sunny. Solo lo llamaba por su nombre cuando quería decirle algo serio – sé que te gusta este... hmmm.... "Hombre-vampiro", pero creo que solo quiere probar contigo, temo que te ilusiones mucho y luego...- ella suspiró al final de la frase.
- Hablaré con él. Eso es lo mejor. Tengo que saber si en realidad es eso o qué carajos. Probablemente esté saliendo del closet...- reflexionó un rato – bueno, pero, de todas formas, tendré que esperar un par de días más, por ahora a trabajar – dejó la tasa sobre el plato, besó la frente de Sunny y volvió a su cafetería.
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En otro lado de la ciudad estaba Mew sosteniendo un bolígrafo con sus labios mientras escuchaba a su socio Mark mencionar los principales criterios para tener en cuenta para un macroproyecto de infraestructura a la que la firma que constituían ambos, se iba a presentar. Debían trabajar en el diseño y maquetas de ese proyecto para el cual tenían dos meses. El tiempo era bastante acotado, por lo que debían trabajar duro. Mew sonrió, era lo que necesitaba, una distracción. Pasó todo el fin de semana yendo al bar para ver si podía encontrarse a Gulf de nuevo, fue el viernes y se sentó en la mesa de siempre, pidió lo de siempre y esperó, pero su pequeño "lobo" no apareció. Luego volvió el sábado y el domingo, pero obtuvo los mismos resultados: nada. Se maldijo un montón de veces cuando rememoraba cada uno de los minutos compartidos con él y podía observarse actuando como un idiota. Se maldijo por no pedirle el número de teléfono o cómo podía encontrarlo en Line. También se maldijo por querer haber hecho eso. Mew estaba una puta crisis existencial de mierda.
