09.

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❝ No pude salvar a la única persona que me salvó a mí, que comprendía cómo me sentía, y no era capaz de juzgarme; porque éramos iguales.❞

—No entiendo qué haces aquí— se escuchó a SeokJin en tono molesto

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—No entiendo qué haces aquí— se escuchó a SeokJin en tono molesto.

—Jinnie...— dijo la chica de cabellera rubia sobre él —dijiste que me llamarías, y no lo hiciste— hizo un ligero puchero.

No podía decir con exactitud quién era aquella pequeña  sobre él, sentía que la conocía, pero ¿de dónde?

—Ya tienes a alguien más ¿Verdad?— espetó levantándose del regazo del castaño

—No es de tu incumbencia, Hyejin— SeokJin también se levantó.

—¿Es aquel chico de la otra noche? ¿Por ese pobre secretario me estás rechazando? ¿A MÍ?— SeokJin gruñó, llevó sus brazos cruzados al pecho —Estoy equivocada ¿cierto?— le dió una sonrisa ladina —¿O acaso ya olvidaste lo bien hago una mamada?

Ahora recordaba de dónde conocía a la chica, su corazón comenzó a doler, esto parecía ser las respuestas que tanto buscaba por la mañana. SeokJin no le quería en verdad. Ni siquiera se molestaba en alejar a aquella chiquilla de encima.

Yoongi pudo observar como la chica llevó una mano a la bragueta de SeokJin acariciando en el paso su miembro ¿Por qué se quedaba mirando? Debería moverse de ahí pero su cuerpo no respondía, era como si quisiera ver hasta dónde llegaría SeokJin.

El mayor no se inmutaba, no le negaba nada a la chica, y ella parecía disfrutar bastante el acercamiento que había logrado, le dejó un par de besos en la comisura de sus labios, manchando un poco con su labial rojizo.

Estaba apunto de desabrochar el pantalón cuando Yoongi se inclinó un poco más en la puerta haciendo que ésta se abriera por completo.

Aquella pareja le miraron perplejos, y por fin SeokJin lo notó.

—Y-Yo no...— fue lo único que Yoongi pudo articular.

SeokJin frunció el ceño viéndose muy molesto. Quizá le había molestado el que lo interrumpió de, según la chica, la mejor mamada de su vida. La mano de la chica seguía en la orilla de su pantalón, SeokJin la tomó y la guió a la puerta saliendo junto con ella.

¿Así que de esta manera acabaría todo?

Yoongi se acercó al escritorio, sentía que caería al piso en cualquier momento, necesita respirar un poco, despejar su mente, necesitaba unos minutos para pensar con claridad; SeokJin no era nada suyo, más que su jefe, nunca habían tenido otro tipo de relación, está en su derecho de estar con quién quisiera, porque a fin de cuenta él solo era un secretario para SeokJin.

Llevó ambas manos a su rostro cuando vibró un móvil haciéndolo brincar en su lugar.

No se trataba del suyo, sino del móvil de SeokJin, el cual se encontraba en la mesa; volvió a vibrar, parecía que el castaño tardaría en llegar así que Yoongi echó un vistazo.

Sweet Secretary | JinSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora