TEN

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Hoy me desperté un poco nostálgica, y todo empeoro cuando me puse a pensar en todo lo que me dijo Gustavo, me duele saber que ellos me odian. Se volvieron muy especiales para mi a pesar del poco tiempo que pasamos juntos. Decidí venir a sentarme en un parque que queda cerca de donde vivo. Sentir la brisa y ver el lago me relajan. Desde que vivo aquí esté ha sido mi lugar de escape.

Cuando llegue hasta el parque me senté en un banco, que me daba la vista perfecta al lago. Después de varios minutos en silencio, por la esquina de mi ojo vi que alguien se sentó a mi lado. Voltee mi cabeza para ver quien era, y me encontré con la gran sorpresa de ver a Fernando.

No hay lugar donde pueda estar y el no se aparezca, que ladilla.

—Si vienes a hacerme sentir peor, mejor vete.

—No vine a eso.—lo voltee a ver.—Ni siquiera sabía que ibas a estar aquí.

—Es cierto, yo de ilusa pensando que el mundo revuelve al rededor mío.—solté sarcásticamente.—¿Que quieres?, ¿por que no te sentaste en otro banco si no en este?.

—Algo me acerca a ti y no se que es.

—Esto no es una película de romance.

—Te puedo decir algo.

—Habla, no tengo manera de impedírtelo.

—Leí la carta.

—¿Que quieres una fiesta?—le pregunté sarcásticamente.—Mira Fernando, que la hayas leído ya no importa. Tú ya decidiste odiarme al igual que todos los de el grupo, a excepción de Gustavo.

—Pensé que te alegraría saberlo.

—En otro momento si, pero ya me trataste mal y el pasado no se puede cambiar.—me levante.—Gracias por arruinarme más el día.

Demasiado Tarde [Micro TDH] [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora