"Adrian Haggard, antiguo militar y mercenario, además de gran amigo de la familia Stone, es contratado para cuidar a Morrigan Stone, quién además de sensual, es algo alocada y a veces un poco irresponsable. Adrian no es la excepción y sucumbe ante l...
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Morrigan entró corriendo al living para recibir a su tío. La chica se colgó del cuello del hombre para besarlo repetidas veces en el rostro. Liam fingía molestia ante las empalagosas muestras de afecto de su única sobrina, sin embargo, los ojos del hombre no podían ocultar la felicidad que le causaba esa acción cuasi infantil de esa joven.
-¡Ya, ya! - Gruñó Liam - Quita - Murmuró y la tomó delicadamente de los brazos para apartarla de su cuello - Vas torcerme el pescuezo.
Morrigan se rió y volvió a abrazarlo para besarlo en la mejilla.
-Necesito hablar contigo, tiito - Dijo la joven tomándolo de la mano - Pero... - Guardó silencio al ver a Stella que se acercaba a la sala - ¡Lo que pasa es que vi unos zapato DI-VI-NOS! - Exclamó con efusividad - ¡Hay tanto que quiero decirte! - Gritó y lo jaloneó para alejarlo de Stella.
Liam suspiró y siguió a su sobrina, en un principio la primera frase de Morrigan fue en un tono serio, no obstante, esta cambió por uno más relajado y festivo ante la aparición de Stella que no les quitaba la vista de encima.
- Liam - Gruñó Stella al ver que el hombre se alejaba - Quiero hablarte - Bufó la mujer.
-Necesitas cita - Gritó Morrigan sin soltar al hombre - Yo lo vi primero - Exclamó y le mostró la lengua.
Liam no pudo suprimir la carcajada y se encogió de hombros, mirando el rostro de Stella, la mujer estaba furiosa. Había ido a la compañía a buscarlo, muy temprano por la mañana, exigiéndole electrónico para solventar sus gastos. Liam se negó ya que no podía hacer transferencias hasta la lectura del testamento de su cuñado. Stella se molestó e hizo una rabieta, saliendo furiosa del lugar.
Stella los miró irse. ¡Había sido ignorada otra vez! Ella necesitaba dinero; una vez cerrado el trato con Tristan Beckett, tuvo que hacer entrega de una fuerte suma de metálico. Se vio obligada a empeñar sus joyas más valiosas y un par de reliquias de su familia. Si no pagaba el préstamo, las habría perdido para siempre y no podía darse el lujo de estar así, sin un céntimo. Pero parecía que Liam y su sobrina tenían otros planes. Seguramente esa mocosa hartaría a Liam con su cháchara banal y sin fundamentos. Moda, fiestas, hombres; las cosas que sólo le importaban a la chica. La rubia se sentó sobre un diván y tomó un libro antes de ordenar una copa. ¡Necesitaba relajarse!
Morrigan y su tío entraron en el laboratorio. Dentro de este, Adrian Haggard los esperaba, acompañado por War y Peace. Liam miró a su alrededor, el laboratorio había sido preparado para una presentación ya que la pantalla proyectaba unas imágenes de muestras de un tejido.
Liam tomó asiento y saludó a Adrian. Su sobrina le entregó una carpeta con un informe sobre la investigación que estaba realizando sobre la muerte de Jensen.
-¿De esto querías hablarme pequeña? - Preguntó Liam mirando atentamente las hojas impresas.
-Así es tío - Suspiró la chica - Sólo que tuve que fingir porque Stella apareció de la nada... ¡esa bruja rabiosa!
