Angus Gaunt. Todo y Nada (Completa)

Epilogo.

Dante Dupai, dejó de escribir en su escritorio al sentir el temblor que azotó al planeta, la lámpara de la pared se movió de izquierda a derecha interrumpiendo su trabajo, las ventanas temblaron y la energía de la naturaleza se descontrolaba poniendo a su favor de una sola energía. Una que desapareció hace casi cuatro días y reapareció hace solo unas horas.

Se incorporó y asomó la cabeza hacia el ventanal cuando el temblor se acabó, la energía volvió a la normalidad y aquella que la comandaba se calmó. Cerró sus ojos buscando la ubicación de aquella energía, su rostro reveló una leve sonrisa al reconocer aquella energía que le había traído varios problemas mientras le educaba.

Volteo su cabeza hacia la puerta al escuchar en el pasillo los pasos apresurados de su hijo, la perilla de la puerta se movió y a los pocos segundos vio como la cabellera pelirroja de su hijo aparecer por ella.

— ¿Qué haces despierto Shion?—consulto mirando a su hijo.

— ¿Qué no sentiste el temblor?—preguntó el niño—Además no estaba durmiendo, si no viendo las noticias, acaban de comunicar que Angus Gaunt ha fallecido luego de ocupar el libro de los muertos. Además se dice que sus hijos no han sobrevivido ¿Quién va a tomar el mando del clan Gaunt si ninguno de sus hijos está?—consulto curioso.

Dante le miró con asombro al escuchar esa noticia, camino fuera de la habitación hacia el living de su casa para concentrar sus ojos en la televisión que daba los detalles de la noticia.

—Papá ¿Dónde estás?—preguntó el niño siguiéndole al living— ¿Qué pasa papá?—exigió saber impaciente

—Ve a mandar un comunicado dirigido al planeta tierra y que te manden cuatro sellos de bloqueo de energía—ordenó viendo como su hijo le miraba más extrañado.

— ¿Cuatro? ¿Por qué tantos?—preguntó, observando a su padre.

—Deja de preguntar y solo hazlo—exclamó Dante serio.

—Que carácter— murmuró un poco molesto—Cuatro sellos de bloqueo de energía para la cena—murmuró yendo al patio.

Dante observo a su hijo con una sonrisa leve ante la actitud de este.

Shion llego a la entrada de su casa, abrió la puerta y corrió hacia la habitación que se encontraba a las afueras los terrenos de su padre, avanzó rápido para evitar congelarse a causa de la nieve. Entró en el cuarto y descubrió la caja fuerte, la abrió y sacó la radio.

—Soy Shion ¿Mirko, estás allí?—consulto, esperando una respuesta.

—Shion, aquí Mirko ¿Qué sucede?—respondieron unos minutos después.

—Papá, ha pedido cuatro sellos de bloqueo lo más pronto posible ¿Puedes traerlos?—preguntó entusiasmado.

—No puedo llevarlos personalmente, pero los dejaré donde siempre para que destinen a alguien para que tu padre los reciba en unas horas— comunicó Mirko unos segundos después.

— ¿Qué? No puedes venir tú—comentó desilusionado.

—Lo siento, debo ir a visitar a mi abuela Aroa y luego volver a mis responsabilidades— comentó con voz apenada.

—Entiendo. Ya veo—murmuró apenado—Entonces eso es todo.

Suspiró y abrió la caja fuerte para dejarla en su lugar, pero se sorprendió cuando escucho la voz de Mirko nuevamente.

—Shion... Mandaré una segunda radio también—comunicó Mirko luego de unos minutos— ¿Shion estas?

— ¿Una segunda?—respondió extrañado— ¿Por qué?

—Hay muchos aquí que extrañamos hablar contigo y estamos preocupados—contesto Mirko —Además Oriel quiere hablar algo privado contigo.

—Entiendo, entonces esperaré con ansias ese regalo—comento con algo de entusiasmo.

Esta vez sí guardo la radio en la caja fuerte y puso la manta sobre ella, para salir y correr nuevamente a la casa. Entró abrazándose a sí mismo, viendo como su padre le miraba con una sonrisa burlona.

— ¿Cómo puedes mandar a tu hijo a congelarse afuera?—preguntó Shion ofendido

—Pensé que serías inteligente y te abrigarías antes de obedecer mi orden, pero como siempre solo te lanzaste a hablar con Mirko—comento burlón— ¿Va a venir?

—No, enviara a alguien más—contestó apenado—Pensé que me extrañaría más, debido a que somos primos desde que nacimos, pero parece que no es así.

—Él tiene el mismo problema que tú, son los únicos sobrevivientes de un clan—recordó su padre.

—Si, como digas, me voy a dormir— murmuró Shion

Dante observo preocupado a su hijo, pero prefirió esperar a que pasara su desilusión de todos modos, en este momento se le presentaban problemas más graves que necesitaba resolver.