Capítulo XIII

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James fue el primero en abrir sus ojos sintiéndose completamente recuperado, escucho voces en la cocina al igual que el ruido del agua en el regadero, se incorporó pasando por encima de su cuerpo hermano mayor. Se asustó cuando sintió que le agarraban del tobillo haciendo que cayera encima de Oliver.

— ¿A dónde crees que vas? No te dejaré meditar por unos días—advirtió a su hermano, quien se volteó enojado.

— ¡Me asustaste!—reclamó en un grito, olvidándose por completo de las voces que escuchaba en la cocina.

Ambos hermanos se sorprendieron cuando escucharon pasos apresurados, seguido de la puerta abrirse, se sorprendieron al ver a su padre en casa.

— ¡Padre!—exclamaron ambos a la vez.

— ¿Por qué siguen peleando aún?—preguntó entre preocupado y enojado. Había pensado que les había pasado algo.

—Escuche voces y quería ir a ver, pero Oliver me tomó del pie y me asustó—reclamó mirando a su hermano con molestia.

—No quiero peleas, tenemos un invitado—ordenó viendo a sus hijos

— ¿Un invitado?—consultaron, mirándose el uno con el otro, mientras su padre se iba de la habitación dejándolos con la duda.

Ambos hermanos se arreglaron y fueron al comedor, Oliver fue el primero en sorprenderse ante la presencia de aquel invitado, había visto su rostro cuando la policía le llevaba a la cárcel por el asesinato de su madre, estiro su brazo impidiendo que James avanzara. Angus le miro sorprendido, su hijo jamás había tenido una actitud cortante con ningún invitado.

James miró a Oliver extrañado para mirar a su padre quien había dejado dos platos de comida en la mesa para ambos.

—Oliver, compórtate por favor—pidió con una sonrisa angustiada, viendo como su hijo le miraba con reproche—Ven y come.

James vio como su hermano retiraba su brazo para dejarle pasar, sus ojos brillaron al ver la comida, estaba hambriento, se sentó en la mesa para comer, ignorando por completo a su invitado y el ambiente que Oliver había creado con su reacción.

Angus sonrió al ver a James actuar así, pero miro con preocupación a Oliver.

—Por favor ven a comer—suplico su padre con una sonrisa.

— ¡No quiero comer con él en la mesa!—exclamó sorprendiendo a James—Estoy cansado, voy a seguir durmiendo—hablo, volteándose.

—Oliver—nombró Angus, levantándose de la mesa al ver a su hijo marcharse—James termina de comer—ordenó a su hijo—Vengo de inmediato

Angus fue detrás de su hijo, alcanzándolo cuando estaba a punto de cerrarle la puerta en la cara, cerró la puerta al mismo tiempo que le tomaba el brazo, entrando al cuarto. Oliver se volteó enojado a su padre, viendo que este le miraba angustiado. No lo resistió más y explotó.

— ¿Estás loco? ¿Cómo se te ocurre traerlo a casa? Quieres que aparte de matar a nuestra madre, nos mate a todos nosotros—habló con enojo

—Sé que es una locura, pero es el único que nos puede ayudar a salvar a Jack—habló su padre desesperado.

— ¿Salvar a Jack? Papá basta, Jack está muerto—murmuró, llorando desesperado—Entiéndelo de una vez.

—No lo voy a aceptar, mientras exista una posibilidad para volver a ver a Jack vivo—sentenció Angus, sorprendiendo a Oliver—El día en que tu madre murió, teníamos como misión recuperar el libro de los muertos, Salazar, solo quería volver a ver a su hermano menor vivo nuevamente, y yo y tu madre no se lo permitimos al quitarle el libro. Él en su desesperación para poder atrapar el alma de Milo mato a tu madre, pero el alma ya había cumplido los siete días de presencia en la tierra antes de unirse a la naturaleza—contó, haciendo que Oliver le mirara atento—Jack, él solo lleva un día y medio fallecido y aún tenemos tiempo para recuperarle y devolverle todas esas oportunidades que perdió.

Oliver le miró comprendiendo todo lo que había pronunciado cuando lo vio abrazando el cuerpo de su hermano, sabía que su padre estaba sufriendo, pero aún no podía creer que para lograr aquello, se uniera a la persona que les había cambiado la vida para siempre.

—Papá, pero él...—dijo con lágrimas en sus ojos—Nuestra madre.

—Lo comprendo, pero si vamos por ese libro, vendrán muchas consecuencias para nosotros y necesito saber que puedo contar contigo para ayudarme a enfrentarlas— pidió Angus desesperado—No puedo mirar a tu madre a la cara si Jack no está vivo a mi lado.

—Entiendo, ayudaré, pero eso no quiere decir que cooperaré en todo—dijo mirando a su padre.

—Gracias, Oliver—murmuró, abrazando a su hijo.

Oliver correspondió el abrazo de su padre, con una sonrisa dudosa, a pesar de que entendía a su padre, no estaba seguro de las acciones que estaba haciendo su padre. Ambos salieron del cuarto hacia la cocina, Oliver se sentó en silencio y comió su plato, ignorando a Salazar.

—Papá ¿Puedo sacar más?—preguntó James hambriento

Salazar vio como Angus asentía y James iba por una segunda porción de comida a la olla para seguir comiendo. El hogar de Angus era cálido y agradable como el suyo hasta que sus padres fallecieron cuando tenía once años, y él y su hermano Milo quedaran huérfanos y a cargo de la caridad del pueblo.

Siempre se había imaginado la vida junto a su hermano y la familia de ambos. Pero jamás pensó que quedaría solo para afrontar la vida, por esa razón se desesperó, buscó y encontró el libro de los muertos e iba a usarlo. Pero el destino de la peor manera le dio a conocer que esa oportunidad era nula para él y fue a través de la muerte de la esposa de Angus.

— ¿Ocurre algo Salazar?—preguntó con una sonrisa

—Nada, es solo que me perdí en las cosas que imagine junto a mi hermano—confesó, sorprendiendo a toda la familia.

Oliver le miró sorprendido al escuchar aquello. En sus ojos se veía que estaba solo en el mundo.

Angus Gaunt. Todo y Nada (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora