—La clase ha terminado, guarden sus espadas y hagan una reverencia a su amigo como agradecimiento del combate—pronunció Ramsés a la clase.
Jack guardó su espalda en la funda que estaba en su cinturón cuando terminó su clase, su respiración estaba agitada al momento de hacer una reverencia a Will, al igual que él le imitaba con una sonrisa.
Jack fue por su túnica a su colgador y se la puso para no perder el calor corporal de su cuerpo. Hoy estaba lloviendo y no quería enfermarse para no preocupar a su padre aún más, ya bastante tenía con dejarles a cargo de su hermano por el fin de semana. Salió de su salón y se dirigió al salón de su hermano mayor James, se quedo parado en la puerta y guardo silencio, al ver al salón completo meditar.
Escuchaba las respiraciones calmadas de todos, su madre le había enseñado que cuando meditan o se encontraba con personas que lo hacían debían regular su respiración y relajarse para que su energía no interrumpiera cualquier tipo de logro que tenga la persona. Cerró sus ojos apoyándose en una de las murallas del salón uniéndose a la energía que desprendía el salón, pudo sincronizar sus latidos al de los corazones de la clase.
Se concentró en la oscuridad que se sumió, e imagino el sonido que hacía la espada de su padre, aquella que había hecho el herrero del planeta Nihum como regalo por la protección de su hija, esa misma que al sol dejaba ver su filo azulado y que acomodaba su fuerza a la persona que se unía, sentía una gran admiración hacia su padre, pero más le fascinaba verlo entrenar. Porque sabía que su padre era fuerte, lo suficiente para protegerlos a ambos, si es que se encontraban en peligro y él quería ser como él, cuando pudiera graduarse a los trece.
Sonrió, disfrutando de la meditación y de la energía que envolvía a la clase, acaba de entender porque a su hermano le agradaba tanto meditar, no era para ser más sabio era para disfrutar de la energía que desprendía la misma naturaleza.
—La clase terminó, muy bien hecho joven Jack Gaunt, es tan entregado como su hermano—pronunció el maestro sintiendo como sus alumnos volvían a abrir sus ojos.
Jack, abrió sus ojos avergonzado ante el elogio, vio como su hermano le miraba con una sonrisa orgulloso de saber que tenía un nuevo compañero para poder meditar.
—Joven James Gaunt, por favor vaya con cuidado a la casa de su tío.
—Iré con cuidado maestro muchas gracias por su preocupación—pronunció haciendo una leve reverencia, para después ir donde su hermano y ponerse su túnica cubriéndose la cabeza también—Hazlo tú también, debemos protegernos de la lluvia, Jack.
—Siempre—contestó con una sonrisa
Jack sonrió cuando su hermano puso su capucha para cubrirle del frío, al igual que tomó su mano para no separarse de su lado mientras caminaban hacia la casa de su tío. La lluvia no estaba fuerte pero eso no evitaba que ambos hermanos se sobresaltaran al escuchar los relámpagos que se adueñaron de las calles, la lluvia parecía espantar a todo el mundo.
Jack se concentró en el camino a casa de su tío, las hojas de los árboles se han caído y el invierno solo le dio la bienvenida a ese viento helado, que gracias a la túnica gruesa el frío casi no se sentía y gracias a la meditación que practico unos minutos antes había logrado mantener su temperatura corporal para no caer enfermo. Volvió la mirada hacia su hermano, sorprendiéndose al verlo con los ojos cerrados.
—Abre los ojos, vas a caerte por no mirar por dónde vas—exclamó asustado
—Tranquilo, he hecho esto desde que Oliver sale tarde de sus entrenamientos—contestó con una sonrisa y sin abrir sus ojos—Además, la energía de las cosas me ayuda a saber donde están.
— ¿Y si sucede algo inesperado?—preguntó curioso, poniendo su pie entre los pies de su hermano, viendo como este se caía en un charco de agua, quedando empapado.
James abrió sus sorprendidos al verse en el suelo, sintiendo como la sangre le hervía de rabia al escuchar la risa de Jack, este dejó de reír cuando su hermano le fulmino con la mirada, decidió correr sintiendo los pasos apresurados de James detrás de él.
Dobló en una esquina sin mirar donde iba, solo sabía que su hermano venía tras él como puma tratando de cazar a su presa, sintió un perfume familiar momentos antes de chocar con una persona, sintió como le sujetaban del brazo antes de caer al suelo y como alcanzaban a tomar el brazo de su hermano para que no lo golpeara en el trayecto.
— ¡Suéltame, déjame golpearlo, déjame golpearlo!—exigió enojado, tratando de zafarse de su agarre.
— ¡Ayúdenme!—gritó, al ver que su hermano le lanzaba una patada y él hacía lo mismo para defenderse.
— ¡Ya basta! ¿Qué tipo de comportamiento es este?—preguntó Angus con enojo al ver el estado de sus dos hijos— ¿Cuántas veces les he dicho que cuando llueve deben volver rápido a casa?
Ambos niños se detuvieron en seco al escuchar la voz de su padre, le miraron sorprendidos y avergonzados. Para mirarse con rencor.
— ¡Fue culpa suya!—acusaron ambos a la vez, señalándose.
Angus sonrió al ver que sus hijos volvían a jugar como antes, los soltó viendo como ambos se miraban con cierta molestia, les tomó la mano poniéndose al medio de ambos, para que no terminaran de golpearse.
— ¿No te ibas de misión a las tres?—preguntó Jack, mirando a su padre.
—Sí, pero no me siento tranquilo viajando si no veo que mis hijos llegan a casa sanos y salvos—confesó mirándole con una sonrisa
—Pero siempre vamos a casa solos—comentó Jack sin entender.
—Lo sé, es solo que esta vez me iré por un par de días y es primera vez que me siento extraño en dejarles, antes siempre estaba su madre o yo para cuidar de ustedes, en cambio ahora, será una persona a la cual no estoy acostumbrado—explicó mirando el camino.
Jack le miró sin comprender del todo, su tío era una buena persona, definitivamente no había entendido nada. Observo a su hermano viendo que nuevamente tenía sus ojos cerrados, sonrió travieso pero se arrepintió de sus pensamientos cuando su padre apretó su mano como advertencia.
No importaba, de todos modos, tenía dos días para molestarlo.
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Angus Gaunt. Todo y Nada (Completa)
General FictionAngus Gaunt, no estaba preparado para una vida sin estar al lado de su esposa, pero tuvo que hacerlo para sacar adelante a sus amados hijos, en especial de su hijo menor Jack Gaunt. Pero no esperaba recibir aquella noticia, y aún cuando todo el mund...