Sentía que mi cuerpo estaba recostado pero por más que intentara moverme o abrir mis ojos, se me era imposible hacer una acción tan simple como esa, todo lo que lograba "ver" era pura oscuridad y recuerdos aleatorios llegaron a mi cabeza.
Aquella mirada verdosa que observaba siempre desde lo lejos, un cabello rizado moviéndose al ritmo de la brisa helada de la noche y justo cuando su rostro estaba a punto de darse vuelta hacia mi dirección, la luz molestosa del exterior llego a mis ojos.
Los cerré fuertemente pero fueron abriéndose inconscientemente al escuchar unas voces lejanas, mi corazón latía como loco, mi pecho subiendo y bajando con cada respiración fuerte que hacía, sin darme cuenta estaba llorando sin control alguno, no me fije en las personas que estaban a mi alrededor así que solo seguí limpiando mis lágrimas sin parar, pero era como si jamás fuesen a acabarse hasta que sentí como una mano se posaba en mi hombro.
Me sobresalte y como si esa mano me estuviese lastimando, la golpee con todas las fuerzas que tenía en este momento, mi vista se aclaró finalmente y un cabello rubio junto a un mechón rojo fue lo primero que vi.
-¡Lo siento mucho profesor Victor¡- aquel grito casi rompió mis tímpanos, pero la culpa comenzó a llenarme lentamente, aun algo desorientado observé como la mano de ese joven algo gritón se estaba poniendo roja por la fuerza que ejercí antes en el.
-¿Dónde estoy?- pregunte mientras giraba mi cuerpo para poder pararme.
-En la enfermería y lo mejor sería que siguiese acostado- una señora ya mucho más mayor que yo me tiro hacia atrás nuevamente, asentí ante lo que dijo y lleve una mano a mi cabeza, la frente estaba cubierta con vendaje y en mi nariz había un parche color piel, según el reflejo que veía en el espejo que me había pasada la enfermera.
Mire el reloj que estaba en la otra pared y mis ojos se abrieron con sorpresa, ¡Erika¡
-Debo irme- dije sin prestar atención a las palabras de la enfermera pero antes de marcharme hacia mi oficina por mis cosas le hable al joven estudiante que había golpeado antes.
-Lo siento por golpearte- y salí corriendo fuera de ese lugar, no habrían pasado ni cinco minutos y yo ya estaba saliendo de la universidad, de repente mi rápido caminar fue detenido al chocar con un estudiante que ni siquiera alcancé a mirarlo y me disculpe rápidamente, no me importaban las miradas raras que me dirigían al verme con un vendaje en la cabeza y corriendo como loco para lograr llegar a mi auto.
Lo bueno es que vivía justo en el centro de Moscú, y solo debía seguir una carretera que iba directamente hacia mi casa, por suerte no había tráfico y llegue rápidamente a casa, unos sollozos fueron lo que escuche al acercarme a la puerta.
Lo primero que mis ojos vieron fue a Chris tratando de tranquilizar a Erika que a cada rato preguntaba por mí, ni había revisado el celular por el camino, mi único prioridad era llegar a casa y por fin estaba aquí, corrí hacia ellos y mi pequeña elevo los brazos para que la levantara, sus cachetes estaban rojos al igual que sus ojos llorosos, con sus cejas fruncidas y algo hinchadas por tanto llorar.
-Erika...- dije casi susurrando para mí mismo su nombre- ya no llores, papá ya llego a casa- le hable más suavemente mientras acariciaba su largo cabello ondulado, sentí sus manos apretándose en mi camisa y al ver su rostro nuevamente, yo también comencé a llorar.
-¿Papá?- escuche como hablo ella y tomaba mi cara- no...llores- dijo ella y trataba de limpiar mis lágrimas
-No estoy llorando- dije para molestarla un poco y ella también dejase de llorar, y así fue luego de que ella soltó una carcajada y yo también, deje que se acurrucara contra mi hombro y lentamente se fue quedando dormida.

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Warm Rain [Victuuri]
Fanfiction¿Cómo fue que tan solo ver esos ojos avellanas, su vida logro iluminarse de nuevo? Victor Nikiforov, un padre soltero quien no tuvo nada mas que la felicidad de su hija, pues lo demás era insignificante. Yuuri Katsuki, quien tan solo era un estudian...