Capitulo 11

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-Profesor Victor- la voz del pelinegro resonó en medio de el sonido de las gotas que no dejaban de caer.

Estuvo a punto de darse la vuelta para evitarlo a toda costa, pero en cuanto vio como lentamente una lagrima caía desde esos hermosos ojos azules, su cuerpo inconscientemente se acercó aún más sin querer. Sin importar que ya gran parte de su cuerpo se estuviese mojando por la repentina lluvia, que, aunque comenzó calmada, en estos momentos parecía no parar.

El peliplateado estaba mirando a la nada, sumergido entre sus propios sentimientos y solo Yuuri lo logro sacar de esos oscuros pensamientos que estaba teniendo. Victor se exalto en su lugar, con las lagrimas aun recorriendo su rostro.

- ¿Yuuri? hablo finalmente, con su voz algo ronca y sus ojos brillando fuertemente. Rápidamente llevo su mano izquierda a su cara para limpiar sus propias lágrimas.

-Perdón, por favor no me mires- dijo repentinamente, Yuuri solo lo miraba y escuchaba atento, se suponía que debía odiarlo por haberlo dejado sin ninguna explicación, pero su corazón pensaba lo contrario, pues volvió a hablar con la duda en su mente.

- ¿Por qué estas llorando? - preguntó mirando hacia otro lado esta vez, sus hombros ya estaban tocándose, y la humedad que caía sobre el pelinegro se detuvo gracias al paraguas que el ruso sostenía en sus manos.

-Solo recordé algo malo...- al hablar no estaba pensando con completa claridad, su mente se encontraba en cualquier otra parte, alejada de la razón, y sin pensarlo ni siquiera por un minuto, o dijo finalmente.

- Quiero ser honesto contigo, siempre estuve en tu clase, pero como un profesor- lo había dicho después de todo, ya no había vuelta atrás para lo que había hecho.

Ambos se mantuvieron por completo silencio, el pelinegro tratando de analizar la situación rápidamente y fue entonces cuando soltó unas inaudibles palabras.

- ¿Qué? - fue volteando su cara hacia el ruso, encontrándose con sus ojos azules que se veían bastante apagados, como si no estuviese en sí mismo.

- ¿Tu me estuviste engañando todo este tiempo? - pregunto, sus cejas frunciéndose un poco, sin saber si era enojo o tristeza lo que estaba sintiendo.

Había estado tan entusiasmado por hablar con esa persona desconocida mediante notas, esperando formar una amistad y las cosas se estaban arruinando por completo, pensó que tal vez Victor le hablaría de una buena vez para explicarle porque se había marchado, y ahora que lo hacía se sentía peor que antes.

- ¿¡Como pudiste?!- su voz sonaba desesperada, ciertamente angustiada- pensé que, si te daba un tiempo, hablarías conmigo, y ahora lo que tu hiciste...- una lagrima cayó desde sus ojos, y sin poder detenerlas continuaron cayendo sin parar. - ¿Por qué en cada cosa estas tu?, ¿Acaso no te basto con haberme dejado hace ocho años? - su mirada se oscureció al decir esas palabras, y ahora se encontraba mirando el piso húmedo bajo sus pies, alejándose poco a poco del peliplateado.

-Lo mejor sería irme... jamás debí quedarme en esta universidad, aun sabiendo que tus eras un profesor aquí.

A pasos apresurados se alejó de allí, y cuando estaba a punto de cruzar la calle para marcharse, Victor grito hacia su dirección, dándose cuenta de lo que estaba pasando y de lo que había causado.

La imagen de su esposa apareciendo es sus recuerdos, cambiando las palabras que quería decirle, que jamás había dejado de amarlo en estos ochos años, que por su padre perdieron el contacto, que todo esto era su culpa.

- ¡Perdí a mi esposa! - dijo fuertemente aquellas palabras, sin medir el peso que estas tenían- sé que no es una justificación, pero yo...- intento seguir hablando, pero el pelinegro se lo impidió.

Warm Rain [Victuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora