Capitulo 12

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Sabía que no debió haber dicho nada sobre su matrimonio, pero su mente estaba en otro lado, completamente fuera de si.

Pero jamás espero que las cosas se tornasen de esa manera, condujo hasta su casa rápidamente, lo único que deseaba hacer en estos momentos era distraerse o al menos centrarse en algo mas que sus propios sentimientos y en lo que acababa de pasar hace menos de quince minutos. Sus ojos habían quedado rojos e hinchados por haber llorado tanto antes, y no podía evitarlo, había tenido la oportunidad de arreglar las cosas con Yuuri, pero su estupidez lo venció y se dejo llevar por los sentimientos que aun vivían dentro de su corazón.

Cerro la puerta del auto al salir, con el paraguas de una mano y con el maletín que llevaba siempre al trabajo, sonrió para si mismo con bastante esfuerzo, obligándose a no mostrar lo que estaba sintiendo frente a su hija, ella no podía verlo tan destrozado.

-¡Papá¡- grito la niña mientras que el cachorro que apenas llegaba a la altura de sus rodillas la perseguía.

-Volví a casa- habló el peliplateado y sonrió abriendo sus brazos sin el mismo entusiasmo que sentía antes, pero si con el cariño y amor infinito que tenia hacia su hija, y el nuevo miembro de la familia.

Miro a Chris desde lo lejos y el entendió por completo.

-Ya le di de comer a Erika, y también la bañe, así que solo queda hacerla dormir con un cuento- dijo Chris con una tenue y tranquilizadora sonrisa mientras que se acercaba a ellos.

-Gracias por todo- Victor hablo y miro a su mejor amigo, para luego dirigir su atención nuevamente a su hija.- bien, es hora de dormir.

Acurruco a su hija en el hombro, y en su otro mano tomaba al pequeño carrocho que poco a poco iba quedándose dormido, no fue necesario ningún cuento, al llegar a la habitación Erika estaba completamente dormida, correr de un lado a otro con Mackachin durante toda la tarde debió haber sido bastante cansador.

-Duerman bien- deposito un beso en la frente de su hija, haciendo a un lado el flequillo repleto de rulos, y luego dejo otro casto beso en la cabeza del cacharro que se acurrucaba junto a la niña de pelos plateados.

Cerro la puerta del cuarto detrás de el, camino hacia al pasillo, y lentamente su respiración se fue volviendo errática, su corazón latía con fuerza, su cuerpo temblaba por completo al soltar unos sollozos casi inaudibles. Sintió los brazos de Chris alrededor de su cuerpo, y se derrumbo por completo al escuchar sus palabras.

-Puedes llorar todo lo que quieras, no hay nada que explicarme- susurro con cariño en su voz.

-Jamás debí déjame influenciar por mi padre...- soltó en uno de sus sollozos- si yo no... si no me hubiese marchado...- sus manos apretaron con fuerza la camisa que traía puesta el rubio, su cara hundiéndose entre el hombro y cuello de su amigo.

- Yuuri y yo, pudimos haber funcionado, haber seguido...- continuo balbuceando, con los recuerdos aun fervientes dentro de su mente, como si todo eso hubiese sucedido hace tan poco tiempo.

El rubio continuo acariciando su espalada lentamente, tratando de reconfortarlo, aunque no estaba seguro de lograrlo, el peliplateado se veía tan destrozado y débil, que no quería imaginar en como estaría si se marchase y lo dejase solo en casa, lo único que podía hacer y que estaba a su alcance, era apoyarlo.

Solo estar a su lado, pero aun así las lagrimas no se detuvieron después de mas de dos horas.

[...]

El pelinegro corría hacia el departamento que compartía con Pichit, esperando que este no estuviera allí, pero poco le importaba si lo veía como esta ahora.

Warm Rain [Victuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora