~Leonardo~
Comenzaba a sentir que todo cambiaba. Y era que nunca antes me había acostada con la misma mujer tantas veces. Había sido un espíritu libre y el sexo sin compromiso mi hobby favorito, sin embargo mientras más probaba de Genave, más la deseaba. Lamí su coño y pase suavemente mi lengua por su clítoris. Trate de no moverme demasiado, porque no quería ahogarla con mi pene. Se sentía malditamente ardiente como su boca se apretaba sobre mi miembro, era malditamente existente. Un pequeño temblor sacudió su cuerpo y sabía que estaba a punto de venirse, pero hoy quería sentir como se derramaba con mi pene dentro de ella.
Me aparte rápidamente y pude notar una pizca de molestia arribar a su rostro, sin embargo no tenia de que preocuparse porque la complacería hasta hacerla gritar mi nombre una y mil veces. Sujete sus brazos firmemente y me coloque en la entrada de su sexo. Me frote sobre su coño y la observe separar los labios. Genave era un maldito afrodisíaco y contemplarla en su plena desnudez era el único estimulante que necesitaba, porque ella era toda la motivación que necesitaba. Me mordí los labios al tiempo que comenzaba a entrar lentamente en ella, arqueo la espalda provocando que me hundiera más profundo y la escucha susurrar mi nombre.
—Leonardo—gimió
—Eres tan ardiente Genave. Me enloqueces—Salí y entre en ella con suavidad forzándome mentalmente a no venirme. Levante su cabeza y la obligue a mirar como mi pene la llenaba.
—Sabes que estoy a punto de correrme—dijo con la voz agitada y no pude evitar enterrarme mucho más dentro de su cavidad.
—Vamos reina, no te resistas y dame lo que me pertenece—le motive y cuando enredo sus piernas sobre mi espalda sabía que iba a dármelo.
Sus pequeños gritos llenaron la habitación mientras se entregaba al orgasmo y el movimiento de sus caderas me estaba haciéndome una clara invitación acompañarla, sin embargo no podía hacerlo dentro de ella. Esta noche habíamos olvidado usar protección, debía admitir que no había sido un descuido, porque había deseado sentirla en todo su esplendor y demonios sí que había sido demasiado delicioso, aunque de todas formas ahora debía sacarlo.
—Ahora es mi turno—dije mientras desenrede sus piernas y salía de ella. Me derrame sobre su coño mientras la observaba morderse los labios. Genave comenzaba a convertirse en mi más oscura adicción.
***
La pequeña rubia salto a los brazos de su madre en cuanto está bajo de la limosina. Sabía que lo más que le preocupaba a Genave en el mundo era que algo malo le ocurriera a su hija y aunque no entendía la magnitud de aquel amor ni de ningún otro porque nunca antes había amado de aquella forma de amar, si conocía lo que era tener miedo a perder algo. Lo había sentido muchas veces en mi vida. Alessio y Gina también salieron a nuestro encuentro y por la cara que tenía mi primo sabía que algo no andaba bien.
—Creo que deberíamos entrar—sugirió Gina mirando con preocupación a su hermana.
Genave me miro por encima de su hombre y sostuvo a la niña en sus brazos. Entramos en silencio mientras Rey se llevaba a la niña con él al otro extremo de la casa, pero antes de perderse en el pasillo nos observó con miedo en la mirada. Genave pronto tendría que hablar con su padre, mantenerlo ajeno aquella situación lo convertía en un blanco fácil era mejor que él estuviera al tanto de todo. Nos sentamos a la mesa y no pude evitar colocar un mechón de su cabello detrás de la oreja, gesto que no pasó desapercibido por nadie tampoco era que me importara.
—Hable con Emiliano—soltó Alessio—dice que no tiene nada que ver con lo que paso anoche, que nunca lastimaría a la madre de su sobrina y que no es su forma de actuar—Nos miró fijamente—Y le creo—afirmo.
— ¿Cómo puedes creerle?—pregunto Genave indignada.
—En primer lugar—continuo mi primo con aquella forma suya que a sinceridad detestaba —no tendría porque negarlo, a decir verdad no ganaría nada con eso si fuera verdad porque sabe que yo lo descubriría y por otro lado dijo algo que podría ser verdad—miro en dirección en aquel momento —Los Lombardi estamos rodeados de enemigos, podría haber sido cualquiera de ellos—mire a mi primo porque la forma en que había dicho aquello parecía estar diciendo que el atentado de anoche tenía que ver conmigo.
—Oye, no ando por el mundo ganándome enemigos. Además si fuera uno de ellos ninguno se atrevería hacer una jugada como esa—lleve la mirada donde se encontraba Genave. Estaba muy callada, demasiado para ser sinceros.
—Esto es demasiado extraño, porque si no fue Emiliano ¿Quién fue?—cuestiono —aunque no puedo sacar de mi cabeza que esto es obra de él, no confió en ese hombre—se estrujo las manos con ansiedad y coloque las mías sobre ellas para tratar de calmarla.
—De todas formas como dijo Genave no podemos confiar en él, ni en nadie. Así que de ahora en adelante iras con escoltas y Alessio y yo hemos decidido permanecer aquí unos días más—Genave miro a su hermana sorprendida.
—Eso es algo exagerado y la compañía ¿Quién estará al frente mientras no estén?—cuestiono algo nerviosa.
—Alexander regresa mañana de su viaje y ya todo está arreglado con él.
—Sigo pensando que esto es demasiado—insistió Genave y pude notar que comenzaba alterarse.
—No lo es, créeme—ella me miro para que le explicara—Ahora eres más vulnerable, te has convertido en mi prometida—se pasó la mano por el rostro y luego se puso de pie. Creo que aquello era algo que ella no había considerado.
—Haré lo que ustedes digan—dijo al fin dándose por vencida y caminando fuera de la habitación.
También me levante y no pude evitar seguirla. No entendía porque todo esto me molestaba, toda esta situación estaba causando una extraña reacción en mí. Comenzaba a sentir que no quería que nada la afectara y eso solo evidenciaba que estaba teniendo sentimientos por ella algo que muy pocas veces había sentido. Porque no soy de los que son pasionales, toda mi vida con las mujeres se había reducido a lo meramente sexual. La tome por el brazo y la obligue a detenerse. Su rostro se encontraba pálido y muy en el fondo podía ver el terror en su mirada.
—Estas a tiempo de dar un paso atrás—dijo soltándose bruscamente de mi agarre, pero en un ágil movimiento la sostuve por la cintura.
—Quien te dijo que quiero dar marcha atrás—la mire con intensidad provocando que cambiara totalmente la expresión de su rostro—No me conoces Genave Stevens. Cuando deseo algo con tanta intensidad nada ni nadie me lo puede arrebatar—escuchamos la voz de su hija aproximarse y pusimos distancia, aunque sabía que le había quedado más que claro que no tenía intenciones de alejarme de ella.
***
Salí a correr al atardecer porque tenía demasiadas cosas en la cabeza. Genave no había querido separarse de su familia en todo el día y era algo que comprendía, aunque comenzaba a sentir que la necesitaba, sin embargo tenía más que claro que su familia era más importante que todo y que al final de cuentas yo quizás era algo pasajero. Aumente la velocidad y trate de apartar aquellos estúpidos pensamientos. Mañana se reanudaría la reunión fallida en Lom's Petroleum y tenía que demostrarles a todos que era más que merecedor de ser el nuevo sucesor.
—Leonardo Lombardi—escuche decir detrás de mí y baje la velocidad. Busque a mi alrededor, pero no pude ver a ninguno de mis hombres y aquello me alerto, sin embargo lo que disparo mis alarmas fue que cuando aquel hombre se detuvo frente a mi reconocí su rostro.
.
.
.
Hola mis hermosas nenas y feliz domingo a todas. Con este capítulos pasamos a la segunda parte de la novela, me emociono de solo decirlo.
Vamos, vamos quiero leer todas sus teorías...
Y por hoy no diré más, solo que nos leeremos en el próximo capítulo
Besos y abrazos
YG♥
ESTÁS LEYENDO
Lo claro y oscuro del placer (Libro #3 serie Oscura +18)
Romance**ALERTA SPOILER, NO LEER ESTA SINOPSIS SINO NO HA LEÍDO EL LIBRO 2** Leo Lombardi, si el mismísimo Leonardo Lombardi estaba acostumbrado a la buena vida sin esfuerzos, ni mucho trabajo solo disfrutaba del dinero de su padre, era descarado, liberal...