O6

768 107 167
                                    

—¿De qué rayos estás hablando, Alan? —preguntó Adal mirando al chico con miedo—

—Tú has llegado a confundirme Adal, creí que solo era el sentimiento de verte otra vez, pero no es así...tú más que nadie ha sabido mi orientación sexual desde niños, sabes que soy bisexual al igual que tu. —respondió Adal yendo hacia el castaño— Me gustas, eso es todo lo que sé.

El castaño observo al pelinegro con silencio y nego lentamente para después levantarse de dónde estaba sentado.

—Yo no te puedo gustar...soy tu amigo, Adal. —murmuró desesperado el chico intentado que el pelinegro recapacitara—

—Por algo se empieza, ¿No crees? Adal, si me das la oportunidad de enamorarte jamás te arrepentirás —susurro el pelinegro—

—Alan...las cosas entre tu y yo no son así, te quiero demasiado pero como amigo. Si no fueras mi amigo lo pensaría, te la daría sin dudar, sin embargo eres mi mejor amigo. —se nego el chico—

—No te forzaré a nada, tú más que nadie sabe que jamás obligaría a nadie a nada, pero creme que lucharé por tu amor. —murmuró el pelinegro tomando el rostro del chico y acercándolo a él—

—Alan no hagas eso más difícil, por favor. —suplicó el castaño alejándose lentamente del chico—

El pelinegro ignoro su suplica y se acercó un poco más a él. Justo cuando sus labios iban a tocar a los del castaño; la puerta fue abierta.

—Alan quería preguntarte algo...—el rizado miro a los dos chicos con confusión, el castaño estaba muy alejado del pelinegro que lo veía de manera molesta—

—Creo que es mejor irme...—susurro el Miller para darle una pequeña sonrisa al rizado y salir—

—¿Paso algo malo entre ustedes? —preguntó al notar como el castaño había huido del pelinegro—

—Nada que te importe Lalo...por cierto necesito ponerte algo en claro. —Alan alzo su mirada y se cruzó de brazos para agregar;—No quiero que te fijes en Adal, ya me quitaste a Sol. No quiero que pase lo mismo con Adal, no se realmente tu orientación pero quería dejarte eso en claro, Adal Miller es mío. —aclaró dejando al rizado mudo—

—Adal no es un objeto que puedes marcar como tuyo porque se te da la gana, Adal es una persona increíble y libre como para saber de quién enamorarse o no. Mi orientación sexual no te interesa y si Adal y yo llegáramos a tener algo será porque el y yo así lo deseamos. —habló Lalo de manera sería sorprendiendo al pelinegro—


















—Creí que me ibas a cancelar a último momento —habló Lalo después de unos momentos—

—¿Por qué lo haría? —preguntó confundido el chico castaño—

—Saliste pálido de la oficina de Alan, creí que te sentías mal. —respondió el chico de cabellera larga—

—Digamos que me dijo algo que me sorprendió demasiado y estaba apunto de hacer algo de lo que tal vez se arrepentiría después...o tal vez no. —murmuro el chico dándole una mordida a su paleta de hielo, para después hacer una mueca—

—Entiendo...creo que se de lo que te refieres —Adal miro al Rueda con confusión— El me advirtió que no quería que me...me fijara en ti —dijo algo apenado—

El Miller miro al Rueda con sus mejillas sonrojadas...no creía que Alan llegará a esos extremos.

—Lamento eso...el me dijo que le gustaba una chica, sin embargo estaba confundido...y que esa confusión era yo —confesó llamando la atención de Lalo—

𝑴𝒊 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒆𝒓𝒂𝒔 𝒕𝒖 |𝑳𝒂𝒍𝒐 𝑹𝒖𝒆𝒅𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora