𝑴𝒊 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒆𝒓𝒂𝒔 𝒕𝒖 |𝑳𝒂𝒍𝒐 𝑹𝒖𝒆𝒅𝒂

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—Adal...—llamo el rizado con una gran sonrisa—

—¿Que pasa, Lalo? —cuestiono Adal con alegría—

—¿Crees que tenga lo necesario para ser modelo? —cuestiono el chico apenado—

Adal al escuchar eso, miro atentamente al Rueda con una pequeña sonrisa.

—Claro que lo tienes, Lalo. Eres increíblemente maravilloso. Eres guapo, amable, lindo, divertido. Tu carrera de modelaje está apunto de comenzar apenas se publique el catálogo. Y estoy seguro que te irá increíble. —animó el chico con una sonrisa— Ahora...¡Vayamos a hacer algo divertido! —cuestiono el castaño para tomar la mano de su "amigo"—

—¿Que te gustaría hacer? —cuestiono Lalo sonriendo—

—Vayamos al parque, y hay que sentarnos en los columpios a platicar sobre nuestra vida.

—Me parece increíble, Joven Adal Miller. —acepto el chico—

—¿Entonces que esperamos? ¡Vamos!

—¿Enserio te has rendido con Adal? —cuestiono Alan observando fijamente a la chica—

—¿Tu qué piensas, imbécil? —pregunto Alice con una sonrisa sarcástica— Obvio no, sin embargo tenemos que hacer que Adal crea que no haremos nada malo, ganarnos su confianza.

—¿Y como haremos eso? —cuestiono Alan con duda—

Alice sonrió con orgullo, para después acercarse al pelinegro y susurrarle el plan detallado.

—¿Crees que eso funcione? —preguntó Alan—

—Claro, mis planes jamás fallan. Antes seguimos lo que tú indicaste, ahora es turno de que tú me sigas.

—¡Ya llegué! —exclamo Adal adentrándose—

—¡Bienvenido a casa! —exclamo Malika con una gran sonrisa—

—Te tardaste, ¿Dónde estuviste? —cuestiono Edward con curiosidad—

—Sali con Lalo, intentaba buscar una manera de que se distraiga, se que todo esto de las condiciones lo tienen como loco. —susurro divertido—

—Me imagino, debe ser difícil para Lalo convivir con la loca de su ex crush. —bromeo la chica—

—Estoy buscando una forma de ayudarlo, pero aún no se me ocurre nada. —murmuro el chico con tristeza—

—Ya lo estás ayudando, estás con él sin importar el qué. Creeme que Lalo está bien con tu compañía, por ahora es lo único que puedes hacer. —animo la chica—

—Deben existir más maneras, sin embargo por el momento no se me ocurre ninguna. —susurro Adal—

—Te ayudaremos a pensar, sin embargo puedes sentirte en paz con lo que estás haciendo ahora; quedarte a su lado y ayudándolo a su nueva carrera de modelo. —murmuro Edward abrazando con cariño al Miller—

Malika asintió con una sonrisa.

—Es verdad, Lalo con su nuevo trabajo podrá juntar el dinero que le debe a su madre.

—La señora Luz a retirado eso, sin embargo metió las condiciones. —dijo el chico—

—¿La de ser el ceniciento? —preguntó Malika de manera divertida—

—Encerrado con la horrible bruja, que en este caso sería Sol Morales. —añadió el pelinegro de manera divertida—

—Uy, deberíamos ir a verlo algún día y ayudarlo. Podríamos enseñarle también nosotros las tareas de la casa. —sugirió la rubia— Hace tiempo que no hacemos el quehacer, sería divertido hacerlo después de mucho tiempo. ¿Podrías preguntarle a la señora Luz si está de acuerdo?