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—Es una broma, ¿Verdad? —la chica rubia miro a todos para después comenzar a reír de manera nerviosa— ¡Que buena broma!

—No es una broma, Ayla. —murmuro Edward—

La chica miro a todos esperando que empezarán a reír, pero no fue así.

—Listo, todo está listo. Cómo ya lo había mencionado antes, Ayla se quedará en la habitación cercana a Matías. —murmuro Adal—

—¡Adal! —exclamo la chica— Dime que me están jugando una broma.

Miller miro confundido a la chica, para después mirar a sus amigos.

—¿Que cosa? —preguntó—

—Que el chico de ahí es tu novio. —señalo al Rueda que estaba al lado de la Hernández—

Adal miro a Lalo, para después sonreírle.

—Si, lo es. ¿Hay algún problema con eso, Ayla? —preguntó el castaño cruzándose de brazos—

—¿Que rayos le viste? —preguntó la chica— Es decir, tus ex's tienen algo en especial. Alice tiene ojos de color y su cabello le va dando al rubio. Edward es ojiazul y es muy atractivo, tu ex novia antes de Alice era ojiverde y pelirroja. ¡Todo tienen algo en especial! Menos este chico. —miro con despreció al Rueda—

Alice al oír eso, la miro molesta y se acercó.

—Precisamente es eso lo que hace que él sea diferente a todos los ex's de Adal. Todos tenemos ojos de color o cabello de color, todos. Excepto Lalo, que tiene su cabello del tono normal de toda la población, y sus ojos son marrones, eso...eso mi querida Ayla es algo que jamás tendrás tu, y por eso en estos momentos buscar humillarlo de esta manera. —todos miraron a la chica con sorpresa—

Ayla miro a la chica con enojo.

—Ayla, por favor vete a tu habitación. —ordeno Adal— No te quiero cerca de Lalo, de Alice o de Edward. —murmuro—

—¿Por qué? —preguntó—

—No quiero que ofendas a mi novio, ni mucho menos a mis ex parejas que merecen respeto. —contesto con dureza—

—Pero...—la chica fue interrumpida por Alice—

—Llegaste de sopresa, debes aguantar las reglas, no eres nadie para reclamar. —habló, Ayla subió rápidamente con la compañía de Matías—

—¿Que acaba de pasar? —preguntó Malika observando a Alice que se mantenía de manera tranquila—

—Si...parece ser que Alice defendió a Lalo. —susurro incrédulo el ojiazul—

Adal rodó los ojos para después acercarse al Rueda.

—¿Estás bien? —preguntó observándolo—

—Claro...¿Podemos hablar, Alice?

—Porsupuesto, vayamos a mi habitación, ahí podremos hablar con tranquilidad. —contesto para después sonreír y subir—

Lalo le sonrió a sus amigos para después seguir a la Hernández.

—¿Alguien me explica por favor? Que rayos acaba de pasar.

—Quisiera responder a tu pregunta, Malika. Pero tampoco lo entiendo. —susurro Edward—

Adal rio con diversión para después ir a la cocina.

—Sientate, estás en tu... habitación. —murmuro Alice caminando a su tocador—

—¿Que acaba de pasar allá abajo? ¿No me odias? —preguntó Lalo con confusión—

𝑴𝒊 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒆𝒓𝒂𝒔 𝒕𝒖 |𝑳𝒂𝒍𝒐 𝑹𝒖𝒆𝒅𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora