Dawning Of Spring {Sean Cassidy & Lectora} X-Men: First Class - Finalizada

#09 Otra oportunidad...

—¿Tu cabeza se encuentra bien? — Sean hablo al continuar sentado al lado de la adolescente con bolsas de hielo sostenidas con sus manos en sus cabezas, él tenía sus orejas coloradas notoriamente, pero no era de gran importancia cuando sus ojos la miraban únicamente a ella aguardando a una clara respuesta mientras que Charles se marchó a entrenar con Hank, solo dándole la tarea a (t/n) de convertir al girasol en una flor de tamaño común.

—Bien — respondió con una sonrisa de agradecimiento a su sincera preocupación además de permanecer a su lado cuando todos se marcharon del sector —, he pasado por otras cosas peores... un pequeño dolor de cabeza no es nada tan grave, lo tolerare, aunque siento que tengas que sufrir esto conmigo, solo querías ayudarme...

La mano fría de Sean se desvió directamente a posarse sobre la mano libre de (t/n) que chillo inmediatamente ante el tacto con una carcajada brotando de sus labios, animando a Sean a continuar molestándola de esa forma, rodeando el campo libre con sus risas compartidas.

—¿Qué, mi mano está muy fría para tu tolerancia? — pregunto burlonamente sin dejar de sonreír al punto de que sus mejillas dolían.

—Dos podemos jugar ese juego.

—¿Es un reto?

Sin aguardar a más soltó su bolsa de hielo al césped del suelo, saltando directamente al chico, enviando su mano fría a su cuello, estremeciéndose al cambio de temperatura, riendo más fuerte con ello con la nueva sensación de cosquillas, pero no se detuvo en quedarse detrás.

Riendo sin preocupaciones de ser considerados como unos raros al reír desordenadamente en una lucha divertida de molestar al otro. Solo se detuvieron en cuanto sus manos abandonaron la frialdad del hielo, recostando sus espaldas en contra del suelo a contemplar el cielo sobre ambos.

—Desearía que viviéramos más cerca del otro... — susurró Sean, atreviéndose a desviar su mirar del cielo limpio de nubes a observar a la chica a su lado, a quien en sus ojos brillaba como la estrella más hermosa que su atención pudo capturar.

—Ídem.

—Perdona, ¿qué?

—Lo siento, es... pienso lo mismo que tú, quizá... cuando todo esto termine, podríamos salir por ahí... si quieres...

Sugirió; temerosa a encontrarse con la mirada de él al sentir como Sean tenía sus ojos claros en ella. Nerviosa a que su idea fuese demasiado a considerar, incapaz de frenar a las flores blancas que se arremolinaron en su cabello prontamente, inundándola con un rubor, deseando ser tragada por la mismísima tierra.

Casi se le hizo una eternidad el silencio del chico a su lado que en ni un solo momento se apartó de ella. Guardando este momento como uno muy especial a recordar cuando fuese a dormir, un momento digno de recordar en sus días solitarios, si es que la vida los distanciaba cruelmente.

—Saldremos en una cita — aseguro en un susurro.

Arte; el alrededor de ambos recostados en el suelo dio inicio a una imagen inolvidable de las flores coloridas rodeándolos sin fastidio, sino a un sector de apacibilidad. Calma, era todo lo que se requería al actuar en acuerdo a las indicaciones de Charles para instarle a la naturaleza que quería hacer, como manipularlo, no tenía que elevar su vista al girasol cuando su sombra disminuyo de tamaño, creándose como uno pequeño, a tamaño normal.

Los días de alarma de rellenar una habitación de enormes plantas arribaba a su eterno final. Su alma agradeciendo estar en ese sitio, en esa tarde tan placentera de solo estar al lado del otro, confiando en su silencio grato, satisfactorio, porque por primera vez en su vida podía permitirse actuar como una chica enamorada sin el temor de ser apuntada con el dedo de anormal.