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—¡Tú! ¿Dónde se supone que estuviste? ¡Nos preocupaste mucho!

—Lo siento...

Jungkook y Taehyung observaban a Yoongi bajar la cabeza sumisamente, con las peludas orejas agachándose hasta esconderse entre su cabello desordenado. Namjoon mantenía sus brazos en jarra mientras lo miraba en manera de reproche, justo después de envolver el cuerpo de su hermano en una espesa manta de color lila para que se recuperase del frío.

Taehyung encontró al híbrido cerca de la clínica veterinaria, con sus patitas sucias hundiéndose en la nieve. En primera instancia el joven no lo reconoció, fue el felino que se le acercó y le gruñó en busca de ayuda.

Jungkook por su parte llegó un poco más tarde, mientras obligaban al híbrido pálido tomarse un baño con agua tibia. Para cuando Namjoon le dio acceso a su vivienda, se encontró con Yoongi siendo atendido por un rabioso Namjoon, quien alegaba haberse desvelado de la preocupación.

Jungkook sonrió ligeramente ante la imagen. Estaba contento de haber encontrado a Yoongi sano y salvo, a fin de cuentas.

—Me perdí, lo siento, en un momento no reconocí las calles y me confundí —explicó en un tono de voz bajo, ligeramente avergonzado por la riña de su hermano. Jungkook distinguió sus mejillas rojas, además de una de sus orejas alzarse al recibir silencio de los demás—. Lamento haberlos preocupado.

Namjoon suspiró. Taehyung se acercó al híbrido canino y le acarició el hombro con gentileza, sonriéndole con dulzura cuando hicieron contacto visual.

—Bien —se tranquilizó—. La próxima vez llevarás tú collar. ¿Bien?

Por lo que había oído comentar a Yoongi, éste odiaba el collar. Se trataba de un artefacto con GPS para poder rastrear al híbrido cuando entraba en celo. Funcionaba especialmente bien en felinos, por lo que era común verlos usándolo.

Pero Yoongi lo detestaba. Era su peor castigo.

Se sentó junto a él en el sofá. Yoongi evitó el contacto visual con el veterinario, escuchando la plática jovial que mantenían Taehyung y Namjoon mientras se dirigían a la cocina. Jungkook observó el perfil del pálido y sonrió una vez más.

Se veía triste. Igual que él.

Yoongi sintió unos dedos acariciar gentilmente los bordes de sus orejas inclinadas. Cómo respuesta, éstas se movieron un par de veces. Sintió los dedos recorrer su cabello con tranquilidad hasta acabar en su mejilla, donde recibió un suave apretón. Intrigado, se armó de valentía para ver al humano.

Los ojos tranquilos del veterinario le sentaron como un balde de agua fría, recordando las veces en que intentó llegar a su apartamento durante su celo. Razón principal por la que perdió el camino y no supo hacia dónde ir.

Jungkook sonrió al ver las mejillas tornarse rosadas gradualmente y el ceño ajeno fruncirse con suavidad.

—Me asustaste.

—Lo siento.

—Hacía tiempo que no me sentía así.

—Lo siento mucho.

—Me alegro de que estés bien.

Yoongi bajó la mirada una vez más y hundió su cabeza entre la manta, haciéndose un ovillo. Namjoon entró a la sala con bebidas calientes mientras Taehyung, a su lado, preguntaba por qué Yoongi se había escondido.

Y Jungkook simplemente alzó los hombros con inocencia, sonriendo con cariño.

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529 palabras.

-CoffeeToffee

DON'T TOUCH ME! || KOOKGI/YOONKOOK 「ADAP」¡PAUSADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora