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Aún después de unos cuantos minutos de aquel pequeño infortunio, Yoongi se mantuvo receloso de la compañía de Hoseok, renegando de él como si fuera una amenaza.

Y no podía evitar pegarse a Jungkook de a ratos sólo para salvarlo de aquel aparente agresor, sin darse cuenta de que estaba siendo guiado por los instintos que tanto intentaba reprimir cada vez que presenciaba una situación tensa.

Pero Jungkook no se quejaba. De hecho, reía e intentaba hacer bromas con ello para aligerar el ambiente, lográndolo a duras penas. Hoseok se sentía incómodo por la mirada filosa que el híbrido le dirigía cada cinco minutos, como si estuviera vigilando y estudiando cada palabra o movimiento de su parte.

Se sentía advertido.

No soportó mucho aquella situación. Pronto abandonó la sala para volver a su habitación, con la vaga excusa de estar exhausto. Jungkook lo dejó ir sin tomarle mayor importancia, ya que habían estado los últimos días haciendo trámites para su rehabilitación; y Yoongi sonrió victorioso, alegre por dejar de sentirse invadido entre aquel espacio que sólo compartía con Jungkook.

—Tan territorial.

—¿Disculpa?

Jungkook rió suavemente, dejando a Yoongi sobre el sofá por segunda vez en el día. El híbrido había escalado sobre su espalda, por lo que no tuvo otra opción que cargarlo hasta el mueble, cuidando de no dejarlo caer con brusquedad. Yoongi gruñó suavemente al verse separado de Jungkook.

—Estás siendo territorial.

Yoongi arrugó la nariz, cruzando sus brazos infantilmente—: No lo estoy.

—Por supuesto que lo estás, Minino Min.

—Como sea —le restó importancia, omitiendo la vergüenza pintada en sus mejillas—. ¿Él vivirá mucho tiempo aquí?

Jungkook se quedó en silencio un par de segundos, recordando el acuerdo al que había llegado con Hoseok—: Quizá un par de meses.

Yoongi y Jungkook intercambiaron una mirada breve antes de que el híbrido acomodara su postura. No iba a actuar más como un gatito celoso. El veterinario en cambio se frotó la nuca, algo avergonzado.

—Lamento lo de Hoseok. No tenía idea de... Todo eso.

—Está bien, no importa. Ya está —soltó despreocupado, restándole importancia a aquel hecho. Jungkook frunció los labios ante la mirada seria de Yoongi, a lo que éste sólo suspiró—. Venía a decirte que conseguí el trabajo.

Jungkook abrió los ojos con sorpresa y saltó suavemente de alegría, tomando las manos pálidas entre las suyas con felicidad. Aquella reacción conmovió al híbrido, quien se sentía contento de que Jungkook se sintiera tan feliz de sus logros, como él—: ¡Sabía que lo lograrías! En definitiva debes confiar más en ti... ¿No ves que eres totalmente capaz de lo que sea? ¡Estoy muy contento, es una gran noticia!

—No lo hubiese conseguido de no ser por ti —alegó. Jungkook torció la boca y rodó los ojos, inconforme con aquellas palabras.

—Tú fuiste el que asistió a la entrevista, por favor -bufó rodando los ojos.

—Pero tú me diste los contactos y consejos para la entrevista...

Jungkook cruzó los brazos sobre su pecho, alzando una ceja con diversión—: Tú pusiste las ganas.

—¿Quieres que peleemos? Porque soy un experto en eso —amenazó Yoongi en broma, ocasionando un breve estallido de risa en el veterinario.

—No sé qué tan bien pueda salir eso. Pero, dime, ¿Qué tal te ha ido? —Inquirió con curiosidad. El menor hizo un mohín reprimiendo su gran sonrisa de emoción, sin darse cuenta de que su mirada brillante acabó delatándolo.

—Los niños y yo nos llevamos bien. He estado ayudando a los profesores y... —vagó alzando los hombros, fingiendo que no había sido una gran cosa cuando en realidad acabó siendo acorralado por un montón de infantes que se divertían con curiosidad con la existencia de sus orejas de gato, haciéndolo sentir feliz.

—¿Y...?

Yoongi sonrió con emoción, contagiando al veterinario tan rápido como fue posible. Jungkook podía palpar el buen humor del pálido aún después del desagradable encuentro, detalle que le brindó calma. Aquello no afectaría en nada a su relación con el de orejas suaves.

En cambio, éste dejó ver una sonrisa tímida y mejillas ruborizadas, manipulando su frecuencia cardíaca.

—Quiero que me visites —confesó con un hilo de voz, casi susurrando—, quiero que conozcas a los niños.

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707 palabras.

-CoffeeToffee

DON'T TOUCH ME! || KOOKGI/YOONKOOK 「ADAP」¡PAUSADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora