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Taehyung volvió a respirar con alivio cuando vio a Jungkook entrar en el consultorio.

El recién llegado miró a Taehyung sentado en el escritorio antes de reparar en la presencia del paciente y su acompañante, quienes habían volteado a verlo sin expresión facial alguna. Se acercó a su compañero de trabajo, colocándose la bata adecuadamente.

-Lamento la tardanza -se disculpó con voz suave, dirigiéndose a Taehyung después-. ¿Lo registraste? -Le preguntó al menor mientras echaba un vistazo a la hoja llena. Su compañero de trabajo le afirmó con un sonido de garganta.

Se tomó sus segundos para verificar la edad, el nombre y el motivo de la consulta antes de mirar a los híbridos. Uno de ellos estaba sentado frente al escritorio, con cara de pocos amigos, mientras que el otro se mantenía de pie con los brazos cruzados. Los diferenció por el color de sus cabellos: el híbrido felino tenía el cabello claro mientras que el más alto lucía un color negro.

-¿Min Yoongi, no es así? -Miró al de orejas felinas y piel pálida. Por su aspecto, pudo deducir que él era su paciente. Cuando recibió un asentimiento de cabeza, sonrió amablemente. Taehyung aprovechó y escapó de allí con la excusa de atender más pacientes-. Veamos tus heridas entonces. ¿Puedes sentarte allí? -Apuntó a la camilla de híbridos.

Yoongi no hizo el menor ruido, sólo obedeció mientras su acompañante lo ayudaba a sentarse y Jungkook se preparaba con los guantes. Se preguntó internamente si era cierto que no se dejaba tocar, porque si ese era el caso, tenía que tomar unas medidas más bruscas.

Intentó tocarle primero la mejilla, pero retrocedió un poco cuando Yoongi le gruñó. El acompañante reaccionó de inmediato y le dirigió una mirada dura al felino, quien mantenía la nariz fruncida.

-¿Quiere que lo amarre a la cama? -Bromeó el veterinario con una suave sonrisa. Notó que aquel comentario destensó un poco el ambiente en el lugar, por lo que aprovechó para intentar acercar su mano nuevamente a la herida del rostro.

El híbrido felino volvió a gruñirle. Jungkook intentó un par de veces más en distintas zonas de su cuerpo, como el brazo o la pierna, pero recibió lo mismo: un gruñido amenazante que advertía que no era buena idea tocarlo. El acompañante intentó ayudarle, dedicándole unas palabras tranquilizadoras al paciente, pero éste parecía hacerse de oídos sordos.

Jungkook, resignado a que algo como aquello sucedería, se levantó para rebuscar entre los estantes bajo la mirada de los dos presentes. Taehyung no había exagerado con que aquel sería un caso difícil.

Ninguno de los dos híbridos, sin embargo, vio venir que el veterinario regresara con una aterradora aguja entre las manos.

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453 palabras.

-CoffeeToffee

DON'T TOUCH ME! || KOOKGI/YOONKOOK 「ADAP」¡PAUSADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora