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Un largo silencio se instaló entre ambos hasta sólo unos minutos después, cuando a Jungkook se le instaló una duda en la cabeza.

—¿Dónde estuviste durante todo este tiempo? —Quiso saber. A pesar de vivir todos esos años de su vida en la ciudad, jamás se había vuelto a encontrar con su hermano hasta ese momento.

Hoseok miró su perfil brevemente antes de frotar sus manos, nervioso.

—Hace menos de un año estoy en la calle. He estado en lugares un poco lejanos de aquí. Solía hacer trabajos e involucrarme con... Ya sabes... —Jungkook asintió amargamente, sabiendo que se trataba de sustancias ilegales. Hoseok suspiró—. Pero una vez que no tuve dinero, casi acaban conmigo. No he vuelto a consumir en meses y he subsistido como he podido...

Jungkook asintió, comprendiendo la breve historia. Quizá era muy pronto para revelar más información, por lo que no lo presionó. Ya tendrían mucho tiempo para hablar en casa, con la comodidad del sofá y una taza de chocolate caliente.

Jungkook se mantuvo en silencio un poco más hasta que se detuvo frente a un semáforo.

—¿Es raro que tu hermano menor te recoja de la calle, así sin más?

Hoseok rió suavemente, volviendo a poner la atención en el contrario. Se dedicó a observar las facciones maduras de Jungkook detenidamente.

—Un poco. Has crecido bastante, ¿Ya estás trabajando? —Inquirió. Jungkook asintió en respuesta, apuntando el maletín en los asientos traseros. El mayor sonrió, satisfecho del camino que su hermano había escogido—. Ya veo.

—El otro día en que nos vimos no pude acercarme. Tenía un asunto importante y... —trató de explicarse, mordiéndose los labios mientras esperaban que la luz de un semáforo cambiase de color. Hoseok escuchó atentamente—, también fue impactante verte así.

El mayor bajó la mirada tristemente, recordando lo dura que fue esa noche—: Supongo que sí.

—Pero quiero que tomes esto como una oportunidad para hacer las cosas bien de una vez por todas —alegó volviendo a poner en marcha el vehículo.

Hoseok se mordió el interior de la boca con duda antes de preguntar—: ¿Por qué tienes tanta fe en mí?

Y Jungkook alzó los hombros, como si la respuesta fuera obvia. Respondió con una seguridad que asombró a su pariente. Porque a pesar de sus malas decisiones y el tiempo que tenían sin reencontrarse, seguía confiando en él.

—Eres mi hermano, ya te lo dije.

Hoseok se conmovió tanto que desvió la mirada hacia la ventana, justo a su lado. La gélida noche cada vez se volvía más hostil. Si no fuera por Jungkook, estaría en aquel callejón intentando no sucumbir ante la hipotermia.

—¿Cómo están papá y mamá? —Quiso saber. Jungkook levantó una ceja con curiosidad. El tono de voz que el mayor utilizó sonaba bajo, casi roto. Como si tuviera miedo de recibir una mala noticia.

—Ahora están bien. Pero sufrieron mucho cuando perdí contacto contigo y no supimos dónde estabas. Creímos que habías...

—¿Muerto? —Completó la frase. Jungkook asintió con la garganta—. Bueno, casi —intentó bromear, recordando las veces en que su vida corrió peligro. Pronto el estómago vacío de Hoseok rugió, haciéndose notar incluso ante Jungkook. El hombre bajó la mirada avergonzado—. ¿Tienes, uhm, comida?

El pecho de Jungkook se contrajo ante la pregunta. No lo sabía con certeza, pero tampoco tenía el valor suficiente para notar la desnutrición de su hermano. No por ahora.

—En casa te serviré algo.

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579 palabras.

-CoffeeToffee

DON'T TOUCH ME! || KOOKGI/YOONKOOK 「ADAP」¡PAUSADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora