Capítulo 5

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—¡vamos! —dandó un paso hacia adelante —por cierto me olvidé de decir que los juegos no los eliges, ellos lo hacen solamente por hoy

Fue cuando ambos de la nada estaban en medio de una atracción, los ojos de Katakuri se abrieron al ver su futuro apresurandose en mantener el equilibrio.

—¿Que clase de isla es esta? —entrecerró sus ojos mientras trataba de mantener el equilibrio a pesar de las movidas.

—¡Ahh! —gritó divertida

Miró como inútilmente la mujer que antes estaba a su lado tranquilamente se caía al piso hacia adelante.

Y así fue como terminaron por subir en una atracción que parecía un platillo movidiza con bastante personas y con música.

Al final la mujer pudo agarrase por los alrededores pero seguía en el piso sin tener la oportunidad de pararse y sentarse, aunque los asientos estaban llenos.

Katakuri solamente frunció su frente pensando "está cosa si te mueve". Al final lo tomó como un entrenamiento y trato de mantener el equilibrio como los demás de su alrededor.

Una sonrisa creció al ver cómo ella se levantaba y trataba de "tratar" de seguir en pie pero falló e hizo caer a uno que estaba parado.

"Este juego no está para nada mal". Tomando con calma a pesar de las movidas y la mayoría se caía, incluso si estaban a punto de colarle, solamente los esquivaban y caían solos.

La maldad creció en el cuando vió que le estaban viendo con atención al ser el único parado.

—¡eso! —animó alegré la mujer

Eso le sentó bien a Katakuri hasta el final del juego donde se bajaron.

—¿cómo pudiste hacerlo en la primera? —preguntó todavía asombrada

—fue fácil —presumió dándole igual —a pesar de ser la primera vez que lo hago

—¡estás mintiendo! —abrió la boca sorprendida

Y así fue como se toparon con otro juego donde se tenía que pisar las piezas correcta o sino se caía había el piso.

Y Katakuri al ver cómo caía al agua sonrió divertida y bufó con ironía mientras terminaba sin un gota de agua.

—¡Eso fue suerte!

—¡Ya se! —habló fuerte

—¿Uhm? —viendo con interés los juegos de su alrededor

—hay que ser una apuesta, el ganador pedirá lo que sea al perdedor

Ni bien dijo eso, el cerebro de Katakuri recordó su promesa ferviente de "conseguir la receta de las donas".

—está bien —sin pensarlo dos veces —¿en qué juego?

—¿Qué te parece en ese? —señalando aquel juego donde se tenía que sostener la cosa que se soltaba y tenían que agarrarlo.

Katakuri sonrió pero lo pensó más a profundo que esto debería ser justo y equitativo para ambos.

—vamos —sonrió adelantándose

No iba a ver el futuro.

Para la chica fue rápido pero para que su suerte haya mejorado y no dejó caer ninguno.

Y ahí estaba Katakuri viendo en las varas que en cualquier momento se caerían pero sus ojos se abrieron abruptamente al ver que todas caían al mismo tiempo.

 Paraíso • KatakuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora