Capítulo 27. Paseo, parte 2

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Capítulo 26. Paseo parte 2

Canción: Mi vida sin tu amor – Cristian Castro

-Amor vamos por favor- Dice el empresario mientras arrastra a su chica a otra tienda.

-Oh vamos, ya llevamos tres tiendas y ninguno te convence- Dije la chica haciendo pucheros, pero ya era tarde, estaban dentro del edificio de una única planta- Amor no lo entiendo, ¿Qué clase de vestido quieres que me ponga entonces? Sólo soy una chica te lo recuerdo, no soy una muñeca o algo.

Ya habían visitado al menos cinco tiendas con vestidos, al haberle dicho que sí asistiría con él a la gala de la empresa desconocida, habían almorzado y después de la fotografía en el centro fueron a buscar vestidos de coctel para ella. Rodrigo se dirige directo a la zona de vestidos de noche, le había modelado al menos veinte vestidos al empresario y aunque lucía preciosa, no lo convencía.

-Es que no, necesito probar otros más- Dice el empresario buscando entre los ganchos perfectamente acomodados, la chica bufa y se pone a buscar- Tengo un traje que quiero llevar pero ningún vestido he encontrado a juego.

Un momento... ¿Quería ir a juego con ella? Sintió que se le derretía el corazón de sólo pensarlo. Suspiró sintiendo que el corazón se le escapaba entre suspiro y suspiro. Jamás pensó que Rodrigo Herrera pudiera ser romántico, cualquiera pensaría que quizá era cariñoso, no más. Y no sería de sorprenderse pues es lógico que después de años soltero y más aún con una lista de novias detrás sea complicado que se haya conservado el lado romántico del magnate pero no era así. Con cada acercamiento comenzaba a ser más y más cercano a ella, con cada muro caído él mostraba lo Romeo que era en el fondo. Todo un caballero y ahora, romántico... Nara sintió que Dios le premiaba después de tan malas experiencias.

Tarareó una canción que su padre ponía mucho cuando era pequeña. Mi vida sin tu amor, Cristian Castro. Oh amaba esa música, le daba pena pues cuando iba en primaria no escuchaba lo que había a la moda, se había criado escuchando baladas y música de duetos, tríos e incluso ranchero por su familia de parte de su mamá.

Cristian era el favorito de su padre. Ahora que su padre podría incorporarse a su trabajo (era un milagro que no lo hubieran liquidado después de la compensación monetaria que la empresa había pagado por el accidente) comenzaría a mejorar todo en su familia.

-Mi vida sin tu amor... Será como un camino que no sabe a dónde va- Dice la chica despacio mientras terminaba de checar un estante con preciosos zapatos- Puedo volver a usar los zapatos que me compraste para la gala de Arthur-Dice ella pero nota que Rodrigo la había estado escuchando tararear y ahora cantar.

-No sabía que cantabas- Dice dejando de lado totalmente lo del vestido, parpadea y se acerca a un lugar que parecería oculto, con más vestidos de noche- Puedo comprarte otros zapatos y un bolso nuevo también.

No estaba contento con que repitiera sus vestidos. Una cosa era que ella arreglara sus problemas, otra que él permitiera todo aquello. Repetiría sus vestidos únicamente estando en su casa... Después sonrió para sus adentros, él era el primero en ahora decir que debían usarse más seguido las prendas y evitar el consumismo... Aunque él al ser empresario... Sacudió la cabeza.

-Concéntrate.

Dijo él, caminó dejando a su chica atrás hacia la pequeña sala pero se veía que tenía los vestidos más costosos.

-¡Nara!-Llamó. La chica entró corriendo.

-Encontré algunos, pero no sé de qué color iremos combinados, ¿Por qué tanto misterio?- Dice ella sonriendo y subiéndose los lentes a su puente de la nariz- Woah es precioso.

Latido | Rodrigo Herrera - Sharktank México |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora