Capítulo 26. Paseo, parte 1

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Capítulo 25. Paseo, parte 1

Canción: halfway gone - Lifehouse

Rodrigo salió después de unos minutos. Nara estaba sentada en el tocador, colocando su labial un rosado perfecto que iba de acuerdo con su vestimenta, había optado por zapatillas abiertas de plataforma, había caminado por mucho tiempo sin que se lastimara con dichos zapatos así que tenía que funcionar, en su bolso había dejado otro par de sandalias más bajitas por si se cansaba.

La muchacha bostezó algo adormilada, sentía hambre.

Rodrigo comenzó a cambiarse, si no conocían su historia de antes seguramente pensarían que llevaban siendo pareja desde hacía mucho tiempo. Rodrigo inundó los poros de la chica con su loción y desodorante, ella cerró los ojos para tratar de memorizar el olor, estaba todo el tiempo pensando en que debería robarle una botella de esta y olerla cuando lo extrañaba.

Por que sí, no era una mentira que cuando Rodrigo tenía que salir, eran lapsos grandes en los que sí sentía que lo echaba mucho de menos, suspiró aliviada cuando sintió que la rodeaban sus fuertes brazos. Ella volteó a verle: Cabello despeinado, con una camisa azul marino-arremangada con puntos blancos, apenas y había abrochado del segundo botón para abajo y le sonreía a ella.

-Uhm con que elegiste salir bastante fresco el día de hoy- Dijo ella viéndose en el espejo, los veía a los dos: Contrastaba muchísimo su vestido amarillo encendido con el azul marino de Rodrigo, pero encajaba bastante bien. Rodrigo depositó un beso en su cabeza y se dirigió a buscar unos zapatos.

-¿Necesitas ayuda con eso?- Dijo Rodrigo viendo cómo batallaba con un broche de mariposa hecho de cristalería, el único prendedor "fino" que le quedaba a la chica, un regalo de su abuela- Es bastante precioso- Dijo acabándose de poner el zapato izquierdo.

-¿El broche?- Rodrigo sonrió y se acercó a ella otra vez- Me lo regaló mi abuela, tiene bastantes años ya y fue de lo poco que he conservado, preferiría quedarme a dormir en la calle que dejarlo.

Rodrigo hizo una mueca, recargó su barbilla en el hombro de ella. No tenía por qué pasar por todas esas deudas solo, pero también sabía que no le permitiría acercarse mucho, al menos no a ese tema que para ella era algo personal y muy íntimo. Pero no en el sentido de ser agradable, si no ser íntimo al punto de querer que todo eso acabara y no volviera jamás.

-Sabes que no tienes que cargar con todo sola.

Dijo el empresario, se separó de ella y tomó el cepillo de la chica. Ella se enderezó al sentir cómo Rodrigo comenzaba a pasar el cepillo por la melena azabache de ella, suave y con mucho cuidado. Rodrigo le ponía suma atención a su cabello, en tratarlo bien y desenredar cuantos nudos iba encontrando en su camino, ya casi estaba seco su cabello así que no era un problema cepillarlo.

-Lo sé cariño, pero es algo que tengo que hacer... Si la cosa se pone fea, prometo decirte todo- Y lo decía de corazón. Nara confiaba en Rodrigo y si quería que fuera al revés también, sería gracias a que no habría secretos entre los dos. Y la verdad era que sentía la presencia de su exnovio cada vez más pesada. Los depósitos tenía que ir a hacerlos al banco que él le indicaba, los que no procedían (porque casualmente no había pasado el número de referencia bancaria) tenía que ir hasta su oficina, con su secretaria una pelirroja de armas tomar, pues aparte de hosca y algo agresiva, sabía la historia detrás de Manuel. Sólo que ella adoraba a su jefe y ella no era más que la zorra que se había metido con el alma pura de su jefe.

Asco.

Nara despejó la mente, viendo a Rodrigo o mejor dicho, su reflejo. Estaba concentrado en pasar el cepillo por su melena, que no se daba cuenta de que era ella quién lo veía contemplándolo, guardando en su memoria sus preciadas facciones.

Latido | Rodrigo Herrera - Sharktank México |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora