Capítulo 33. Noche de gala y ansiedad. PARTE 1

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El regreso a la Ciudad de México fue bastante tranquilo para los dos. Habían disfrutado mucho su estancia en el Estado y ahora era hora de volver a su rutina habitual regresaron por la tarde, cuando llegaron al departamento de Rodrigo la chica estaba dormida en el asiento del copiloto con una frazada encima; Rodrigo entra al estacionamiento y se estira lo más que le permite sus brazos, le hacía falta estirar las piernas también del venir manejando... El camino era más tranquilo sin que la muchacha hablara con él y al mismo tiempo más aburrido para él. Así que en el último tercio del camino su único acompañante fue la música en su teléfono puesta a un tono prudente para no despertar a su novia.

El teléfono se ilumina recordándole al magnate que estaba a punto de cometer posiblemente un evento que cambiaría para siempre el rumbo de su relación, decide no responder pero su agenda le impide desviar la mirada de la pantalla: Tenían pendiente ese baile. Rodrigo voltea por instinto hacia atrás donde en los asientos traseros venía el vestido rojo que había elegido para combinar con su traje nuevo color vino oscuro.

Casi siente pena por Nara cuando la levanta, entrarían a su departamento y al día siguiente la llevaría a su casa. Aún tenían pendientes por hacer con la familia de la chica por ejemplo, decirle que estaba saliendo con su hija con el pequeño detalle de mencionarle que...También era su jefe. ¿Cómo había pasado? Un par de cafés olvidados o tirados, encuentros poco imprevistos y la forma en la que ambos se habían colado en sus vidas en el momento justo. ¿Qué tal probable es que ocurra algo así? La chica se remueve y se talla ambos ojos con las manos, entorna los ojos y se coloca los lentes que había dejado arriba en el tablero del auto.

—¿Cuánto tiempo llevo dormida?

—No importa, te ves adorable con esa carita y cachetes inflados cuando duermes—La chica sonríe y le da un pequeño golpe en el brazo—¡Hey! No me ataques, es la verdad... Muy bien señorita de mi corazón, baja sólo lo necesario para pasar la noche. No es necesaria la ropa—Rodrigo le guiña un ojo antes de bajarse del carro—Mañana te llevaré a casa después de ir a almorzar ¿Qué se te apetece?

—Un café—Dice ella pasándose el abrigo por los hombros, con su frazada en manos—¿Podemos? Hace mucho frío y se me antoja mucho.

—¿Cómo decirle que no a esa carita tan hermosa?—Rodea el automóvil y se dispone a un lado de ella, le acaricia la mejilla y las siente algo calientes seguramente por haber dormido todo ese tiempo—Andando, creo que todavía tengo crema para tu café sin abrir.

La chica da un pequeño saltito y saca su bolsa de mano con sus cremas para las manos, cara y cosas de higiene personal. Rodrigo le toma el pesado bolso de las manos y se dirigen a su departamento; posteriormente la cafetera se pone en marcha y Nelea está en su ropa interior sólo con la camisa de Rodrigo encima abotonada del medio, estaba viendo una película animada.

—¿Qué ves?—Dice él pasándole su taza para que empiece a beber la deliciosa bebida oscura con un poco de crema.

—¿Qué nunca habías visto El Cadáver de la Novia?—Dice ella atónita, volteando a verle a los hermosos ojos. El empresario niega—¡Estás de suerte! Justo va a empezar, tienes que verla conmigo, es de mis películas favoritas.

—¿Y de qué es para que te guste tanto?

—Ah no, empecemos a verla.

—Sí sabes que ya pasa de media noche, ¿Verdad?—Rodrigo con las mangas a tres cuartos de su camisa y manos en la cintura veía a su novia que no parecía que hubiera poder humano que la moviera de ahí, de ese sillón. Estaba tan contenta cuando la película comienza con una mariposa volando hacia su libertad—Hay más café en la cocina por si quieres más.

Rodrigo no discutiría y no quería hacerlo. Pasa su brazo por el cuello de la chica y la atrae hacia sí. Ve que los dibujos son realmente raros o de facciones demasiado... Particulares. Con el rabillo del ojo alcanza a ver que Nara mueve los labios al compás de los personajes, se sabe todas y cada una de las canciones.

Latido | Rodrigo Herrera - Sharktank México |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora