Dolorosas Verdades.

Capitulo 21

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Indra sólo dejó las bolsas sobre la mesa del hogar de la Hyuga y se quedó a escucharla, por si ella quería hablar, sin embargo, todo fue muy incómodo debido a que en el momento de verla, ella ya estaba llorando. Le afectó mucho verla en ese estado y no poder hacer nada para calmarla ¿Que sería lo que pasó entre ellos? ¿Porque hasta ahora se presentó ese tipo ante ella? ¿Sabría algo sobre la existencia de Itama?

—¿Quieres que llame a tu familia?—ella negó sin dejar de llorar. No lo hacía fuerte, era como si sus ojos, no pudiesen dejar de derramar el líquido. Al no saber que mas podía hacer, se acercó a ella y la abrazó, como lo hacía con Ashura cuando eran niños y su hermano se caía de la bicicleta. En el pasado, funcionaba y parecía que también en esta ocasión, estaba surtiendo efecto. Poco a poco, los hipidos, fue lo único que había quedado de lo mucho que lloro la ojiperla.

—Me disculpó por esto—la joven se disculpó con el Otsutsuki, cuando logró calmarse. Había sido inevitable contener las lágrimas, no creía que iba ver a Tobirama, no tan pronto y aunque frente a él, se mostró segura de sí misma, estaba muy lejos de serlo.

Ese hombre afectó todo dentro de ella, todas y cada una de sus células reaccionaron a él. Tanto tiempo sin verlo y la última vez, no fue la mejor.

—No tienes nada de que disculparte, mas bien, es bueno que ya te sientas mejor—trataba de sonar tranquilo para que ella se mantuviera de la misma manera.

—Se que debe estarse haciendo muchas preguntas, sobre la persona con quien me encontró, no obstante, no me ha hecho ningún cuestionamiento y de verdad lo aprecio mucho—le dio una sonrisa amarga, al mismo tiempo que Indra veía otra lágrima deslizarse por su mejilla.

—No es mi intención presionarte, sin embargo, debo decir que estoy aquí, para lo que necesites y si eso incluye hablar conmigo, desahogándote, puedes hacerlo, yo no te juzgaré y tampoco voy a preguntar nada, solamente, me dedicare a escucharte—la chica dio un largo suspiro y permaneció callada por unos largos minutos. Indra la había ayudado desde que lo conoció y lo más justo, era decirle quien era esa persona que miró con ella, aunque estaba segura que lo único que desconocía de él, era el nombré.

—Tobirama Senju, ese es el nombre de la persona que estaba afuera—Indra levantó el rostro y enfocó el rostro de la chica, cuando ella se había levantado de donde estuvo sentada. Era el momento en que le contaría su pasado—mi ex prometido, el padre de Itama... y... el hombre que se negó a creer en mí, prefiriendo creer, todas y cada una de las barbaridades, que invento Toneri en mi contra—una nueva ronda de lágrimas empañó sus orbes—Todo estaba listo para casarnos y él, salió de viaje de negocios, fue entonces que descubrí quien en realidad era Toneri y porque su insistencia en estar cerca de mí. Como si fuera irónico, también fue cuando me enteré que mi propio padre fue quien le dio toda mi información—el nudo en la garganta le cortaba la voz por momentos.

—Tranquila... no tienes que continuar, si no te sientes bien—aunque quería saber todo de ella, tampoco quería verla tan devastada. Ella negó con la cabeza, había empezado hablar y lo diría todo.

—Lo único bueno que sucedió ese día, fue enterarme del embarazo. Sabía que Tobirama, no respondería el teléfono durante el día y lo llamé en la tarde, debía decirle acerca de Toneri, también de mi padre, sin embargo, no me respondió y en la madrugada llegó a la casa... me mostró una gran cantidad de vídeos, cartas, fotografías, incluso mi anillo de compromiso, que me robaron por ser tan confiada—recordar todo le traía la sensación de molestia con ella misma por creer que todas las personas eran buenas—Toneri averiguó el lugar donde había viajado Tobirama y fue hasta allá, para contarle todo, mostrándome como una cualquiera, que sólo estaba con él, por su dinero... No me dejó explicarle y en medio de la noche, me ordenó que me fuera.