Capitulo 10

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo sólo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Ven conmigo, no tienes porque sentirte apenada...Ellos son mi familia y muy pronto serán también la tuya—afirmó Tobirama, ante la pena de su novia por no estar segura de entrar con el en casa de Hashirama—Ademas todos te quieren mucho, especialmente mis sobrinos...ellos esperan el pastel de chocolate con el helado.

—También yo los quiero, es solo que me da...ahh—los besos del Senju, no la dejaban pensar con claridad—¡Tobirama! Ahora no, se nos hará tarde—lo reprendió, puesto que ya se hallaban, frente a la casa de Hashirama y el albino, no hacia mas que descontrolar a su novia. Ellos no habían vuelto a estar juntos desde el día en que hicieron el amor por primera vez y eso tenía a Tobirama sediento por ella, tanto que apenas la tuvo a su alcance y se fue sobre ella. Sabía que no era el momento, pero Hinata lucia encantadora.

—Si no te das prisa, te tomaré aquí dentro del auto—advirtió con un tono seductor, que apenas pudo resistirse a el.

...

Los dos bajaron y se dispusieron a entrar, donde ya se encontraba, Minato, Kushina, Karin, Madara Iruka y Naruto. Apenas entraron y las miradas de todos se dirigieron hacia ellos, pero quien más sorprendido se veía era Madara, pues al ser tan cercando con Hiashi, no escuchó que Hinata estuviera saliendo con el antisocial.

—¡Que bueno que ya están aquí!—Mito se acercó a ellos y ambos la felicitaron. Hashirama también se acercó, siendo seguido por los niños.

Saludaron a todos y las féminas, se llevaron a la ojiperla con ellas hasta la cocina para dejar el helado y el pastel que aun sostenía. Hinata no esperaba ver a Madara en esa reunión. Estaba segura, que desde ese momento, ya sería cuestión de tiempo, para que todos se enteraran de su relación con Tobirama, especialmente su padre. Quizás su novio tenía razón y debía hablar con el, lo antes posible, de lo contrario terminaría sabiéndolo por alguien mas.

La cena transcurrió entre argumentos entre Naruto y Karin, acerca del poco sazón del rubio en los platillos dulces. El Uzumaki se defendió diciendo que Karin era muy disgustada, iniciando otra discusión entre ambos.

Tobirama, se sentó seguido de Kushina. Hinata lo seguía y Madara se quedó seguido de ella, lo que le dio la oportunidad de hablar con la ojiperla, sin que los demás escucharán.

—No tenía idea que salías con Tobirama—la morena se sobresaltó, al escucharlo, pues no espero que le hablará y mucho menos para indagar sobre su vida.

—N-nosotros, no tenemos mucho tiempo...muy pocas personas lo saben—respondió sonrojada, al tener que revelarlo precisamente a el, ya que siempre le tuvo un gran respeto y no compartió muchos diálogos con el. Tobirama, hablaba con Minato y no se percató de la conversación que mantenían Hinata y Madara.

—¡Sabes! Nunca nadie se acercó a ti, porque tu padre nos dejó claro que estabas comprometida, pero ahora veo que no es así—ella de inmediato se sorprendió y giró para comprobar que Tobirama, no hubiera escuchado—No pensé que pudieras fijarte, en alguien de mi edad...pero creo que me equivoqué—Hinata se sonrojó con la mirada que le dio Madara.

—Ese compromiso, nunca tuvo ningún valor para mí...yo no me casaría con alguien a quien no conozco y bueno la edad es...—pensaba decir que la edad no tenía relevancia, pero el Uchiha la interrumpió.

—Ni siquiera te das una idea, lo que me costo impedir que Obito se acercara a ti—ella se sorprendió—Y no lo hizo, por mi advertencia, sobre tu compromiso y sobre todo por tu padre. Estoy seguro que Hiashi, nos hubiera asesinado, a todos los que pretendiéramos acercarnos a ti—la ojiperla no daba crédito a lo que escuchó, se sentía muy incómoda, con toda esa información, luego miró reír al Uchiha—¡No té asustes bonita! Eso quedó en el pasado. De todos modos mi sobrino, es un mujeriego, no le des importancia a lo que dije—el Uchiha no lo dejo muy en claro, pero en realidad, no le permitió a Obito acercarse, porque a el le interesaba la primogénita de su amigo y si nunca se acercó, fue por el supuesto compromiso. Ahora aunque se sintió molesto, tampoco quizo asustarla porque para el, ella era la criatura más adorable que hubiera visto.

Dolorosas Verdades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora