8. Los recuerdos de Félix Rosier

68 9 0
                                    

Summary:

Nombre: Amelie Bourgeois,
Lugar de nacimiento: París, Francia.
Estudios: Academia Mágica Beauxbatons.
Ocupación: Esposa de Barnaby Lee.
Amaba los días soleados, las mariposas, la alquimia, y a su pequeño Barnaby.
Que Merlín guíe su camino en el sendero de la muerte.

Nota de autora:

Así como los padres tienen hijos favoritos, los escritores tienen capítulos que aman con todo su corazón. A lo largo de la historia, veremos muchos momentos fuertes y que causan sentimientos completamente diferentes entre sí; pero este capítulo, este en especial, tiene un lugar especial en mi vida.

Sin embargo, tengo otros capítulos favoritos que también recibirán su reconocimiento cuando llegue el momento.
Por cierto, les traigo un poco de diversión con Talbott  ;) Algo tranquilo por ahora, todavía tenemos mucho que aprovechar ;) ;) ;)

Historia:

—Ayúdame a cargarlo.

MC y Barnaby hicieron su mejor esfuerzo para subir el cuerpo de Félix por las escaleras, depositándolo en una mesa amplia del salón de pociones. El hombre seguía respirando, muy suavemente, y Barnaby parecía haberse despojado de su actitud de adolescente infantil para atenderlo como era debido. Daba toda clase de indicaciones a MC, "Quítale la camisa", "Busca esto", "haz aquello"... Instrucciones que eran seguidas muy a duras penas por parte de la chica, que parecía algo aturdida por la cantidad de sangre que impregnó su ropa y parte de su cuerpo.

—Barnaby, su brazo... —Dijo MC tragando saliva con fuerza, sus manos habían comenzado a temblar de manera inexplicable.

—Lo sé, lo sé.

A pesar de que las heridas de Félix recorrían cada centímetro de su cuerpo, y sin contar su cabeza, su brazo parecía haberse llevado la peor parte. La zona donde debía verse la marca tenebrosa había sido completamente lacerada, a la vista se apreciaban cortes horizontales con poca distancia entre ellos, volviendo el tatuaje casi irreconocible.

MC bajó la vista hacia sus manos cubiertas de sangre, todo su cuerpo parecía haberse sumergido en aquella sustancia roja y viscosa, le provocaba sentirse ajena a todo lo que ocurría frente a sus ojos. Se quedó quieta sin hacer nada, observando las vendas manchadas de rojo, el rostro de concentración de Barnaby intentando salvar a su amigo, y la mancha de sangre que él se hizo en la frente al intentar limpiarse el sudor.

Entonces comprendió porqué se sentía tan conmocionada. Las vendas, la sangre, la mancha en el rostro de Barnaby. Todo la llevó a un recuerdo que siempre intentaba reprimir, el peso sobre sus hombros que jamás desaparecería. Su cabeza se llenó de un palpito extraño, el sudor frío bajó por su espalda, por un segundo creyó que su visión le fallaba hasta que notó que todo se veía borroso debido a las lágrimas.

Se llevó las manos a la cabeza, apenas podía concentrarse en otra cosa que no fuera darse golpes toscos una y otra vez. Sus brazos se envolvieron alrededor de sus costillas, balanceándose de adelante hacia atrás, los malos pensamientos llenaron su mente en un santiamén.

—No, no, no, ahora no MC. —Suplicó Barnaby, con dificultades para concentrarse en ambos problemas sin arruinarlo todo. —Mírame, necesito que respires y me ayudes o Félix morirá.

Quizás esa fue una pobre elección de palabras. La muerte era todo en lo que MC podía pensar, aquella entidad que rodeada su vida desde que tiene memoria, lo que provocó todos sus problemas. Las ganas de vomitar se incrementan, algo sube por su garganta y ella no distingue si es vómito o un grito. Su diafragma dolía, los pulmones se le contrajeron, el aire se volvió una fuerza que intentaba escapar de su cuerpo para jamás regresar. Todo su cuerpo estaba tan entumecido que creía que se quebraría si intentaba moverse. El pánico hormiguea, el terror recorre sus venas.

Ayúdenme, estoy atrapada en un fanfic de Hogwarts MysteryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora