Ayúdenme, estoy atrapada en un fanfic de Hogwarts Mystery

10. Errores y descubrimientos

Summary:

Llegó la hora de vengar lo ocurrido con Murphy, sin importar cuanta sangre deba correr.
Félix participa en una ceremonia, ¿finalmente muestra que tan involucrado está con el lado oscuro?
Bill y Charlie regresan al juego, ¿gracias a Talbott?
¿Qué oculta Barnaby? El misterio se hace cada vez más grande.

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—Empezaron la diversión sin mí. —Dijo Barnaby con una sonrisa, tocándose disimuladamente la marca tenebrosa para llamar a Félix. Con un poco de suerte, él llegaría en unos pocos segundos. Mientras tanto, debía intentar alargar el momento lo máximo posible, de ese modo evitaría levantar sospechas y los dejaría libres de daño en cuanto Rosier llegara.

Caminó por la habitación, fingiendo estar encantado por los rehenes ensangrentados. Se inclinó sobre el cuerpo de MC, corriendo un mechón de su rostro golpeado, podía sentir sus ojos quemándole como el fuego. Ella se retorció, gruñendo en un intento por recibir una respuesta, necesitando que él hiciera algo más que fingir que lo disfrutaba.

—Es bonita, seguro le sacaremos provecho. —Suspiró Barnaby, guiñándole un ojo al grupo.

—También es feroz, tiene una boca sucia. —Comentó uno de los hombres.

—¿En serio? ¿Qué dijo?

—No dejaba de amenazarnos con matarnos, es adorable.

—Lo dije en serio, hijo de puta. —Bramó MC entre dientes, sin poder cerrar su boca ante la ira que le provocaba su estado.

—¿También hablabas en serio cuándo afirmaste tener relación con la Orden del Fénix? —Cuestionó otro hombre.

—Sólo está desesperada por seguir con vida. —Afirmó Barnaby, tratando de desviar las acusaciones que podrían generarles problemas. —Dirá cualquier cosa con tal de salvar su trasero.

—Hay que demostrarle quién manda. —Dijo el hombre cercano al cuerpo de Murphy. —Yo digo que matemos a este sujeto y tomemos a la chica para torturarla un poco, así querrá decirnos lo que sea que sepa.

—No sabemos si ese hombre sabe algo. —Dictaminó Barnaby.

—¿Y qué? Si por un milagro es inocente da igual, ya vio nuestros rostros. —Contestó con obviedad, el grupo a su alrededor parecía estar de acuerdo. —Vamos Barnaby, únete a la diversión. Nunca te niegas a romperle la cabeza a algún idiota.

Barnaby sonrió, mordiéndose la uña del dedo pulgar y balanceando su cuerpo con suavidad de lado a lado, ¿en dónde se metió Félix? Le había dado más tiempo del que podría conseguir en una situación regular. Palmeó con falso entusiasmo antes de acercarse al cuerpo del comentarista, ¿debía matarlo? ¿cuál era su obligación con ese hombre? Ninguna, se supone que su único deber era proteger a MC. Podía acabar con la vida de Murphy y luego llevarse a la chica de regreso a la mansión, nadie sospecharía y todo ese asunto llegaría a su fin.

Soltó un suspiro, MC seguía cada uno de sus movimientos. No le quedaba más opción, ante la presión social, lo mejor sería... Aunque a ella terminase por desagradarle su decisión, en algún momento tendría que entender que lo hizo para protegerla.

—¿Cuántas patadas le diste? —Preguntó Barnaby.

—Sólo una.

—Que mal, no podré llevarme el crédito si lo asesino de un solo golpe. —Respondió el chico con una pequeña sonrisa, provocando carcajadas malévolas en sus compañeros.

—Espera, ¿qué estás haciendo? —Jadeó MC.

—Silencio, el espectáculo está a punto de comenzar. —Ordenó el hombre que tenía inmovilizada a la chica, escupiendo cada palabra cerca de su oreja.