7. Despertar, en todos los sentidos.

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Summary:

MC despierta en el hogar de Murphy McNully y el mundo se ha puesto de cabeza sin que ella lo supiera.

Notes:

Finalmente, un buen capítulo sexual (?) Estuve a punto de hacerlo más largo, pero dejaré ciertas cosas para el próximo capítulo.
Me encanta seguir jugando con el misterio de ciertos personajes.
No tengo mucho que decir por ahora, espero que disfruten el capítulo, ¡gracias por leer y comentar! Los amo por todo el apoyo que me han dado <3

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Todo duele como el infierno.

Sus parpados se abren muy lentamente, pesan más que todo su cuerpo, pero necesita saber en dónde está. ¿Qué pasó anoche? Definitivamente no estaba en la mansión Rosier o en Grimmauld Place, algo debió salir mal. Los rayos del sol queman su espalda desnuda, se da la vuelta para enfrentar la ventana y descubre que da a un balcón que le presenta los edificios de la ciudad. Sí, recuerda haber visto algo similar antes. En casa de Murphy...Murphy.Se sienta en la cama, dándose palmadas en el rostro para desperezarse. Le llama la atención el sonido de una regadera abierta, al igual que su inexplicable desnudez. ¿Cómo terminó así? Nada tenía sentido, ¿acaso...? No, imposible. En ese mismo instante se levantaría, buscaría su ropa e iría a cumplir sus deberes. Santo Merlín, Barnaby iba a matarla por haber desaparecido toda la noche.Distraída con los acelerados pensamientos de su mente, pasó por alto el sonido de la regadera de la ducha cerrándose. Toda la situación la ponía nerviosa, intentando encontrar respuestas al vacío de su memoria; si lo intentaba, casi podía traer a su mente la tonalidad verde y violeta de las luces que la envolvieron en la pista de baile con Jae... ¿Qué hacían allí? Se suponía que buscarían al mago tenebroso.

—Buenos días. —Saludó una voz conocida; acercándose con el cabello mojado, una bata de baño cubría su cuerpo y dejaba todo a la imaginación. —¿Cómo te sientes?

—¿Qué hago aquí? ¿Y Jae?—Preguntó MC, cubriéndose con la sabana y buscando su ropa con la mirada.

—Te rescaté, apareciste drogada en mi cabina privada y sin él. —Respondió Murphy, pasando de la silla de ruedas a la cama para sentarse junto a ella, sin importarle que ambos parecían estar en plena desnudez. —No te preocupes, me contacté con Jae y parece que su estúpida misión funcionó...

—Es bueno saberlo... —MC asintió suavemente con la cabeza, perdiéndose en el patrón de la sabana que cubría su cuerpo. —¿Por qué estoy desnuda?

—Te dejé una camiseta, pero te negaste a usarla.

—Eso realmente no calma mis inquietudes.—¿Qué te preocupa? —Preguntó Murphy con una sonrisa juguetona, divirtiéndose con molestarla en base a todas las preguntas que debían recorrer su somnolienta mente. —¿Temes haberme confesado algún sucio secreto? Sólo me hablaste un poco sobre Bill, tu estadía con Félix y Barnaby... Puedo continuar si así lo deseas.

—Cállate, por favor. —Suplicó avergonzada, cubriendo su rostro con sus manos para tomar aire y así tranquilizarse. —En serio, ¿por qué estoy desnuda? Ni siquiera tengo mi ropa interior.

—Oh, ¿eso? Tuvimos sexo. —Mintió el chico, conteniéndose de no soltar una carcajada e intentando continuar con la falsedad.

—¡Mentiroso! ¡Mientes! ¡Mentiras! —MC tomó una de las almohadas cercanas, golpeándolo repetidas veces para que no notase su rostro ruborizado.

—¿Por qué mentiría con algo tan delicado? —Murphy detuvo el ataque; tan encantador como siempre, se concentró en hacer que ella prestase atención a cada una de sus palabras. —Fuiste tú quien me suplicó, parecías tan desesperada...

Ayúdenme, estoy atrapada en un fanfic de Hogwarts MysteryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora