22. Carne

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Summary:

Una traición termina en un asesinato.

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—¿Podemos ir a casa? Muero de hambre.

—Nos queda un último edificio para revisar, después de eso regresaremos con MC. —Le prometió Barnaby a Félix. —Te toca el piso de arriba, yo estaré abajo.

Como el primer día de Félix en sus deberes de mago tenebroso después de tanto tiempo, Barnaby agradeció a Merlín porque todo salió bastante bien. Es decir, ¿qué podía salir mal en una simple tarea como la recolección de magos de sangre impura? Es un juego de niños, la clase de trabajo que le toca a los mortífagos que apenas entran a la clase baja del clan.

Por supuesto, casi nadie se sorprendió de verlos allí. La agonizante estadía de Rosier en Azkaban fue una anécdota que se transmitió de boca en boca, todos se impresionaban de verlo con vida y -aparentemente- en buen estado. Barnaby también fue objeto de miradas que lo admiraban, ¡él fue quien entró a esa prisión maldita para salvarlo! Así que realmente nadie cuestionó si decidían tomar las cosas con calma, lo cual resultó en un alivio para los dos.

Barnaby revisaba las últimas habitaciones del piso inferior cuando escuchó una explosión sobre su cabeza. El estallido parecía controlado, por lo que claramente fue intencional. Aun así, sabe perfectamente que la única persona que puedo realizarlo es Félix. Sube corriendo las escaleras, revisando entre las puertas abiertas de los departamentos, llegando finalmente al escenario más inesperado de todos.

Nunca vio que algún mago utilizara "bombarda" en las personas, es desagradable de ver y una completa locura. El suelo y las paredes estaban teñidos de rojo, había partes humanas por donde alcanzara la vista. Barnaby encontró a su amigo de rodillas sobre aquel desastre sangriento, metiéndose los restos humanos a la boca con urgencia, como si fuera la primera vez que comía en días. Su traje elegante se arruinó, una de las pocas cosas que le recordaban al Félix de antes.

La sangre le chorreaba por la barbilla, ni siquiera se detuvo cuando vio a Barnaby entrar y continuó devorando sus peculiares alimentos cuando sus ojos se clavaron con él. Tragó con fuerza, lamiéndose los dedos repletos de la sustancia rojiza y brindándole una mirada inocente, como si no comprendiera la gravedad de sus acciones.

—Había olvidado el sabor. —Dijo Félix con una sonrisa. —¿Qué? Te dije que tenía hambre.

Barnaby hizo una mueca, MC lo mataría en cuanto supiera lo que pasó.

En las calles de París, Charlie Weasley quedó maravillado por los paisajes modernos y el creciente estilo visual de sus habitantes. Mientras se dirigía al estudio de André Egwu, se preguntó si él también vestiría con sus mejores galas. No fue particularmente difícil ubicarlo, era más que conocido por sus desfiles en las más reconocidas pasarelas, muggles y magos utilizaban sus atuendos por igual. Sólo fue cuestión de preguntar a las personas correctas para hallar su imponente estudio de moda.

Encontró a André sobre un impresionante escritorio, inclinado hacia adelante y escondiendo su rostro entre sus brazos. El salón estaba vacío, su única compañía eran los maniquíes sin rostro y los enormes pilares de tela acumulados por todo el lugar. Charlie caminó hacia él con una sonrisa ligera, viendo que el diseñador se negaba a levantar su cabeza.

—¿Qué tal? Estaba buscando a alguien que pudiese diseñar una túnica de triple uso.

—Regresa en otro momento, o pídesela a alguna de mis ayudantes.

—Vamos, hazle el favor a un viejo amigo. —Animó Charlie, provocando que André elevara su mirada para ver de quién se trataba.

—¿Charlie?

Ayúdenme, estoy atrapada en un fanfic de Hogwarts MysteryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora