Ayúdenme, estoy atrapada en un fanfic de Hogwarts Mystery

18. Un poco de sexo antes de morir

Summary:

Charlie nota algo.
Barnaby tiene un plan para salvar a Félix, pero sabe que todo cambiará en cuanto él regrese. ¿Qué puede hacer para evitar que ella vuelva a alejarse? Tal vez nada, así que aprovechará sus últimos momentos. Sólo será un poco de sexo antes de morir sentimentalmente, ¿o físicamente?

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—Es una mala idea, una pésima idea.

Bill caminaba de un lado a otro, agarrándose la cabeza para evitar mirar al mortífago dentro de la tienda de campaña que compartía con MC. Ella parecía igual de preocupada, como si estuviera atravesando un arroyo salvaje de confusión mental y sólo pudiera defenderse de la corriente con sus brazos desnudos; la chica se mordía las uñas a medida que su ceño se fruncía en cuanto más tiempo pasaba y Bill se estaba volviendo loco intentando pensar una solución.

—Necesita mi ayuda. —Dice MC, sin sacarse la mano de la boca.

—Estamos en guerra, ¡todos necesitamos ayuda! —Exclamó Bill con inseguridad. —¿Y si es una trampa?

—No, él no haría eso. —Contestó ella con firmeza, convencida de su inocencia. —Tenemos que escuchar lo que tiene para decir.

—¿Y luego qué? ¿Y si te pide que vuelvas con él?

—Aceptaré, por supuesto. —Respondió MC, con una sonrisa y sin pensar. —Además, bien sabes que extrañas tu vida de casado con Fleur y a tu familia, dormir en un sitio caliente, la comida de tu madre, el contacto con tus hermanos...

—Espera, no finjas que te has puesto a pensar en mis preocupaciones cuando todo lo que te interesa es regresar con Félix. —Dijo Bill con evidente molestia, cruzándose de brazos. —No sé si lo has notado, pero él no está aquí.

—Eso es precisamente lo que me interesa averiguar.

MC hace el amague de entrar, pero se detiene en la entrada cuando siente los pasos de Bill siguiéndola. Se da la vuelta, poniendo suavemente una mano en su fornido pecho para parar sus intenciones, necesita un momento de privacidad, por muy peligroso que pueda ser.

—Dame cinco minutos. —Suplicó con énfasis en el breve lapso de tiempo, Bill hizo una mueca y soltó un suspiro antes de rendirse ante su petición.

Sentía que su corazón se agitaba igual que las alas de un colibrí, apenas logró dar un par de pasos antes de que el estrés por el abandono hace tantos meses le recayera encima. Todavía temía estar soñando, maldeciría despertar y encontrarse otra vez en soledad, con el pesar en su pecho que la consume conforme piensa en ellos.

Barnaby se pone de pie, en medio de la carpa se sigue viendo su aspecto descuidado, hay tantas preguntas, demasiado para decirse. MC no se contiene, prefiere tirar por la borda cualquier ceremonia absurda sobre los reencuentros, ya ha tenido los suficientes, ¿qué más da agregar uno más a la lista? Así que corre hacia él, saltando a sus brazos para fundirse en un abrazo que busca unir la esencia de sus almas, en unos segundos ambos son un manojo patético de lágrimas y se dejan llevar por el sentimentalismo.

—Te extrañé tanto, me has hecho tanta falta. —Dice Barnaby con dificultad, apretándola más contra su cuerpo y sin intenciones de soltarla. —No sabes lo mucho que te he necesitado.

—Quería regresar es que... Temía que les hicieran daño, nunca han dejado de perseguirme y tuve que obligarme a recordar que mi decisión los mantuvo a salvo. —MC siente que ninguna explicación es suficiente, que no existen excusas que puedan servir para sobrellevar el dolor que les ha provocado la separación, pero ahora tiene esperanzas de que todo será mejor.