La Novicia

Sin Querer, Queriendo

Durante todo el día las chicas se sentían preocupadas, esa misma tarde tanto la Coordinadora del grupo, como la madre superiora, así que se tenían que atenerse a las consecuencias.

Saquen sus mochilas, decía una de las monjas mas severas del plantel educativo, la maestra de Español y la de Actividades Practicas, cuando llegaron a la mochila de Rossy, encontraron una bolsa de dulces, ella abrió los ojos y rezo, tanto como nunca lo había hecho, para que no se les ocurriera comer uno de sus dulces. 

-Eso es mio , decía Rousse con la vos titubeante.

- Niña es prohibido que traigas, esto aquí, así que esta decomisado.

Demonios pensaba Rousse, ojala y no se les ocurra, comer de estos dulces, eran de colores, azul, morado, amarillo y rojo. Los había llevado para regalárselos a algunas compañeras, pero ahora se estaba arrepintiendo de haberlo llevado justo ese día que se había portado mal.ve que salen con sus dulces en la mano y lo único que podía hacer Rousse, era suspirar.

Pasaron dos horas de clases y había llegado el recreo, así que salieron a sentarse, cerca de las canchas de basquet, varias chicas juegan, ellas planean la siguiente travesura,  cuando vio al grupo de profesores platicando y vio como sacaban uno a uno los dulces, los ojos de Rousse se abrieron e inicio a temblar, -Dios, dijo entre susurro- hoy si estaré en problemas, dijo al ver como uno a uno los maestros se estaban acercando y tomaban no uno, si no varios dulces. Las chicas la notan rara y voltean a ver el lugar donde miraba Rousse - Dios mio dijeron tapándose la boca, mientras veían, como la mayoría de los maestros tomaban esos dulces de broma. Candy las miraba a lo lejos, pues ella siempre estaba vigilando a ese grupo, muy de cerca, vio a la madre superiora, que sigilosamente, se sentó a su lado, pues se imaginaba que estaría vigilando al grupito de chicas y que intentaría ayudarlas, de una u otra manera, vio la vista de la novicia rebelde que tenia, le había considerado así, porque buscaba justificación a la  conducta rebelde de las chicas, pero también intentaba ayudarlas a superar lo que fuera que pasaran. Pero lo que estaba viendo no tenia justificación, los maestros tenían la boca, pintada de un sin numero de colores, no solo los labios, no, también los dientes y por supuesto la lengua, para rematar, como era dulce salivaban mas de lo normal y por donde se les salia se manchaban, poco después se daban cuenta e intentaban limpiarse sin embargo se les regaba mas, poco a poco las alumnas iniciaron a darse cuenta, de lo que pasaba  y  reían con risa contenida, pues para ellas era algo espectacular lo que les pasaba a los maestros, otras pensaban que era un castigo divino, por cada enorme tarea que les dejaba.

La maestra de actividades practicas salio corriendo, donde la madre superiora y le dijo, quien les había "dado" los dulces, pues quería que le dieran a la chica su merecido castigo.

-Madre, intervino Candy , es cierto que ella los andaba, sin embargo no se los dio a la maestra, si no, ella se los decomiso, debió haberlos llevado a dirección, o dármelos a mi en su defecto pero no debía comérselos y menos repartiros, en su defecto a eso se le llama robo, madre la hermana Candy me esta faltando al respeto- le esta diciendo la verdad, profesora, que no vuelva a pasar- Hermana Candy, por favor dígale al tutor de  Rousse que venga a reunirse lo mas rápido posible, si Madre superiora y de esto nada a nadie, no quiero que esa falta de respeto de un docente salga de este plantel, si madre, dijo, yéndose rápidamente y mirando a Rousse con preocupación, esta le vio la mirada a su adorada Hermana Candy,le gustaría que su hermano se fijara en una chica como ella, suspirando, deseaba que la hermana renunciara a los hábitos.

- En las oficinas, Candy hacia una llamada- Buenas con el Sr. Andrew por favor- Del Maria Auxiliadora, el colegio de su hermana Rousse- Lo siento, Sor, se acaba de ir a su casa, gracias Hermana le decía a la secretaria del chico que no salia de sus pensamientos.