Una Familia con Necesidad de Amor

503 66 45
                                    

Elroy y Eliza, miraban bajar a una joven vestida de habito del vehículo de su sobrino, realmente era bella pensaba Eliza, no entendía como alguien pudiera escoger entregarse  a una vida  de rezos, pensaba en voz alta.- Candy al escucharla le dijo.- No soy monja a un, solo soy una novicia, la vida de una religiosa no solo es de estar encerrada en un convento, es de ayudar diligentemente al prójimo, los que consideramos nuestros hermanos espirituales. Yo doy clases en el colegio de Rousse y soy su coordinadora Académica y orientadora.- Vaya, dijo, Eliza con saña, pues no hace muy buen trabajo, viendo a Rousse.- Ella observo el comportamiento de la mujer con su pupila y realmente le molesto.- Pues no se de que habla, si usted no pone el ejemplo, ella es apenas una linda joven, cambiando a la adultez, empezando a madurar y es azotada por las hormonas, con muchas ideas en la cabeza, decía Candy con dulzura en la voz.- Usted es una hermosa mujer, pero inmadura, que le gusta  achacar sus culpa a los demás, algo engreída, pero no se preocupe eso no es tu culpa, realmente es culpa de sus padres que la malcriaron.

-Pero Madre, como dice eso, dijo Elroy atónita.- No digo mas que la verdad, dijo Candy, usted debe dar el ejemplo, es la tía de los chicos y para usted no debe haber nada mas importante que el  bien y la felicidad de su familia, de Rousse, de sus sobrinos. - Pero que dice, tendré que hablar con su superiora, por su falta de respeto.- Usted, no va ha ir a ningún lado, dijo firme Albert, menos porque les digan la verdad.. Pepe...ro hijo, no puedo permitir esto.- En primera, le pedí, que no quería ver a Eliza en mi casa, segundo, tía... usted, no hace mas que regañar  y andar departiendo con la sociedad y tony, Rousse, quedan solos, por eso de ahora en adelante yo mismo iré a traer a Rousse y a Candy al colegio, así pasare mas tiempo con ellos y avanzare en el trabajo, aquí en mi casa.

En ese momento el carro de Eliza, iba pasando enfrente de ellos, mientras la mirada de ella, eran dos dagas, era una mirada completamente venenosa y ella en su fuero interno, iba pensando en la mejor forma de vengarse.-Mientras Candy, tomaba fuertemente el rosario y oraba por el alma llena de veneno de aquella mujer que salia, esperando que su odio y dolor se calmaran, se arrepintiera y perdonara, para que pueda encontrar la felicidad en la vida.

Miraba a Elroy, que tenia unos ojos penetrantes sobre ella, como si le estuviera echando la culpa de algo, pero no sabia de que.- Señora se que empezamos de mal pie,  vengo porque voy a reforzar a Rousse en algunas clases, ademas de ver si puedo ayudar con su hermano, orientarlos, no he venido a pelear nada con nadie, si no a ayudar a su familia, bueno a sus sobrinos.

Elroy pensaba hay espero que no este aquí para sonsacar a mi sobrino, porque al verlo, como la miraba con dulzura y verla a ella lo nerviosa que la ponía, noto que se gustaban y ella no podía permitir que Albert tuviera problemas con la iglesia y menos que se casara con alguien que no estuviera a su altura, que fuera de su clase.

Por otro lado, Rousse, aplaudía mentalmente a la hermana Candy, por haber puesto en su lugar a esas mujeres, que le hacían la vida imposible, no la dejaban en paz y realmente ella quería paz, desde que perdió a sus padres y habían quedado bajo la tutela de Albert y su tía Elroy, ella se sentía sola y perdida, su germano siempre trabajando y su tía, siempre regañándola y hostigandola, por su mente habían llegada la idea de quitarse la vida y no lo había hecho, primero para no dejar solo a Tony y otra porque no quería la pena eterna para ella, sabia que actuaba mal, por otro lado había pensado castigarlos saliendo embarazada, pero después desestimo esa idea, por eso decidió portarse mal en clases y darles guerra, era la única manera de llamar su atención,  pero ahora no se sentía sola y claro que había notado, que la hermana Candy y su hermano se gustaban, ahora oraría, por primera ves, le pediría a Dios que la hermana dejara los hábitos, para que forme parte de su familia. así ya no estarían mas solos y tendrían con quien hablar y contarle los secretos.

- Bien ingresemos, dijo Albert, dándole un brazo a Candy para que lo tomara, esta se ruborizo y el sonrió de lado pues ya se había dado cuenta que no le era indiferente y si todo salia de acuerdo a sus planes, pronto se casaría pero con la dulce Candy.

- Tony estaba llegando en ese momento al ver a su hermano temprano en su casa y luego vio a la joven, con aquel vestido largo y con la cabeza tapada, que lo miraba con dulzura.- El es mi hermano Anthony, decía Rousse alegre, mientras le decía algo en el oído al pequeño y este corrió a los brazos de Candy, con lagrimas en los ojos y abrazando , le pedía que bajara y la lleno de besos, diciéndole, gracias, gracias. Candy estaba atónita y Rousse le guiñaba un ojo a su hermano Albert, este comprendió, que ya se había dado cuenta de su interés por Candy y ella estaba de acuerdo, sabia que ahora contaría con  su hermana y quizás con su hermana, mientras Elroy sorprendida, mirada la escena, no den ese tipo de espectáculos Anthony, uno no debe de dar a conocer  sus emociones.- Candy se levanto y se acerco a la señora Elroy, no se que le pasa, pero si se que usted, tiene una tristeza muy honda desde muy dentro de su ser,  pero aprenda ha perdonar y ha perdonarse, le dijo acariciando la  mejía de la mujer con mucho cariño. Elroy de un manotazo le quito la mano y le dijo, no me vuelva a tocar.- Como usted diga, le dijo, dedicándole una sonrisa llena de dulzura, mientras Candy pensaba, con miel se endulza hasta el fruto mas amargo. Pensaba en las palabras que una vez le había dicho la Madre Pony.

-Vamos a comer, decía Albert, viendo la escena que había echo su tía Elroy, este le dedico una mirada fulminante a su tía, una que vio Candy y acercándose  con voz  suave y dulce, le dijo cerca del oído, tu tía necesita amor. El bello de Albert se le erizo, su corazón palpito con mucha rapidez, tan fuerte que parecía le saldría de su corazón, quería tomar a besos a esa mujer, pero a un no era el momento, debía de tener mucha paciencia a un no era el momento, le saco la silla a Candy y a su Tía,  mientras Tony, lo hacia con Rousse.

se sentaron a comer, primero les sirvieron una crema de hongos, estaban por iniciar a tomar sus alimentos, cuando dijo- disculpen pero debo dar gracias al señor.- todos apenados y ruborizados, colocaron las cucharas en sus platos, mientras Candy le daba Gracias a Dios por los alimentos y a las manos que los hicieron llegar a la mesa, una ves la oración terminada, iniciaron a comer en un silencio abismal, en ese momento, el corazón de Candy se estrujo y pensó, a esta familia le hace falta amor, ese amor que tiene que llegar por medio de Dios.

Sin saber que Dios la había estado preparando para que tomara el camino, que ya tenia escrito en el libro de la vida, su destino estaba  escrito y tenia una bella responsabilidad que cumplir.Los caminos de Dios son infinitos.

Continuara..........

La NoviciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora