La Picardía de las alumnas

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Las clases extra curriculares había dado inicio, Candy se encargaba de estarlas vigilando, además se iba acercando a ellas, poco a poco iba ganando su confianza y muchas le habían contado sus pesares y angustias, la mayoría era lo mismo, sus padres trabajaban todo el día, no les prestaba atención, a un que tenían todo se sentían solas, pero había una que otra que sus problemas eran muchos mayores, no podía decir nada pues todo había Sido contado en secreto, las aconsejaba pero realmente ellas debían salir de ese círculo vicioso en el que estaban siendo envueltos, padres alcohólicos, violencia doméstica, sus padres las golpean, insultan y humillan, otra estaba siendo abusada sexualmente por su propio padrastro. Les dijo que buscarán apoyo de la psicóloga del colegio, pues sabía que tendrían que poner en aviso a las autoridades. Pero no podía Hacer mucho, a un que ella le servía de paño de lágrimas, darle fuerzas para continuar, ¿ Que otra cosa podía hacer?, Esa era una de las cosas porque invento las clases extra curriculares, bueno no las invento, las promovió, ya faltaban días para que fuera la reunión de padres y se sentía preocupada, porque a un que no había Sido presentada, cada ves que el hermano de Rousse la iba a traer o dejar, y lo miraba se ponía realmente nerviosa, ahora que lo mirará de cerca no sabía que hacer.

Chicas recuerden mañana después de estas clases tenemos reunión de padres o tutores, porfavor no pueden faltar, por eso les hice llegar escaneada la nota de responsabilidad por correo electrónico, todas las semanas.La verdad las chicas le habían tomado mucho cariño a Candy, incluso Rousse, no la acuso con nadie; ella trataba de manejar las cosas, por más maldades que le había hecho, no podía contra ello. La dulzura y calidez de la novicia la había atrapado, como quisiera que ella fuera la novia de su hermana y no esa petulante que su tía le intentaba imponer a su hermano, para ella solo el dinero importaba, porque tenía dinero, ¡ Como si ocuparán más !, Pero su hermano menos mal se había amotinado, no quería ni ver a esa mujer, !ya estaba harto!, y ellos también, el acoso de su tía era demasiado, siempre le invitaba a cenar y ella se manejaba ya como dueña y señora, pasaba regañandola y también a su hermano, pero Albert solo la miraba muy molesto y le decía que no tenía porque llamar la atención a nadie.

Estaba nervioso sabía que muy pronto, estaría enfrente de aquella bella novicia, que lo tenía caminando por la calle de la amargura y solo con una mirada le había tomado el corazón para no volver, a dejarlo ir.

Recién había llegado de su " viaje de negocios", realmente había ido de visita dónde su amigo Michael, estaba en el mismo clérigo de la mujer que lo traía loco y al parecer ella era todo un acontecimiento pues su amigo le había contado su historia y la verdad para el había Sido tranquilizador saber que ella estaba como novicia solo porque no la querían dejar sola, pues ella a un que era muy buena no estaba llamada a servir a Dios como religiosa, si no como laica, ella se integró al servicio religioso más que todo por temor, pues muchas de sus hermanas caía en pecado mortal, en libertinaje o se prostituían, ella era pequeña pero sabía que no quería eso, esa era la razón porque estaba de novicia. Hablo con su madre y le dijo que si realmente se sentía atraído por ella, luchará por su amor, pero si solo era un juego que la dejara allí donde estaba. Claro que lucharia por ella, sentía que su corazón se consumía cuando no la miraba, estaba encantado con esa manera de ser, de ella, la dulzura que transmitía y como había ayudado a su tremenda hermana. El día de la presentación estaba por llegar, pero está ves iría el como su representante legal.

Pero Rousse Mary y un grupo de chicas harían una enorme travesura ese día. Los chicos de las bandas de los colegios de hombres estaban pasando por enfrente del edificio del colegio, el aula de Rousse que daba en un tercer piso y quitaron las celosillas aprovechando que los maestros estaban en reunión, se escuchaba el estruendo de los instrumentos practicando, distintas marchas, las chicas estaban tan alborotadas que les parecía que pasaba una estrella de Rock, se salieron por las ventanas y se pararon en el saliente ancho que había afuera, varias chicas estaban allí entre ellas Rousse, las chicas les gritaban, aplaudían hacían lo que fuera para llamar su atención y si qué lo lograron, ellos las miraron y las vieron como si ellos fueran lo más bello del mundo, cosa que les halagaba, pero que a ellas las  reducía, pues a rais de eso, ellos les iniciaron a decir prostitutas privadas, pues parecían desesperadas por un hombre, la madre superiora vio las cámaras de seguridad y ella misma fue al salón para hacerlas entrar en razón, estaba sumamente molesta, no podía creer que estás chicas hicieran tal cosa que, se rebajará tanto ante un hombre deberían de aprender que ellas valen por lo que son, así que en cuanto entró al aula,  todo se hizo silencio, la atención se sentía en el ambiente, cuando Candy vio salir a la madre superiora a la carrera supo que había problema y se imaginaba esos problemas estaban en el área que coordinaba pero jamás pensó que fueran tan grandes, tanto fue así, que tuvo que llamar a los encargados de las chicas que estaban jugando no sólo contra su dignidad sino contra su vida porque si ese pequeño espacio se reducía ellas terminarán  muertas, era un juego demasiado riesgoso y la institución no podía estar conesa riesgo.
Pero muchachitas qué están haciendo entren en este instante,me hacen una fila iban a ir a la dirección conmigo y su coordinador coordinador académico la hermana Candy, esta vez las chicas si que tenían miedo no sabía la reacción, que tendría sus familiares por la tontería que acababan de hacer, esta vez las hormonas les habían hecho una pésima jugada, ahora debían de saber las consecuencias de sus actos.

En el corporativa el teléfono de Albert sonó, la secretaria contesto y de inmediato le pasa la llamada a su jefe pues era del colegio.

- Halo, buen día señor Andrew, soy la hermana Candy, coordinadora académica del aula de Rouse, vera lo necesitamos aquí lo más pronto posible, Rousse lo espera en la dirección, miente hablaba de manera espetritosa, pues su corazón no paraba de latir, hasta sus oídos sumaban del ruido, al otro lado del auricular, Albert estaba extasiado al escuchar esa maravillosa voz, su corazón latía tan rápido como el de Candy, el destino actúa de una manera que no podemos comprender, dos almas que se llaman una a la otra, podemos ocultar nuestros sentimientos hasta de nosotros mismos, pero Dios nos conoce muy bien y quiere nuestra felicidad, así que muy pronto se encontrarán de frente.

Continuara.....

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