Después de aquel primer día que llevo a Candy a su casa y luego la iba a dejar al instituto para que entrara al convento, se había ganado su amistad, la verdad que ahora sabía que amarla era relativamente fácil, ya no podía vivir sin ella y el sabía que sólo era cosa de Días para que le quitaran el hábito, sabía que sólo viviría un poco tiempo más en el convento para salir al mundo, sin su hábito que la proteja, eso lo ponía nervioso, sabía que tenía una belleza impresionante y que muchos hombres querrían andar con ella, pero el ya no podía vivir así, se había enamorado, cosa extraña en un hombre como el, que siempre vivió en un mundo lleno de riquezas, lujos, mujeres a montón y muchos amigos, que el sabía en su mayoría solo lo valoraban por sus riquezas, el lo sabía, pero ella era una mujer completa mente distinta, dulce, inocente, con valores, generosa y simpática, además de hermosa, solo tenía ciertos detallitos, en ocaciones era algo confiada con la gente y en otras su inocencia, podía causarle varios problemas a ese nuevo mundo al que dentro de poco se verá imersa.
Albert pensaba en lo felices que estaban sus hermanos desde que ella había llegado a su vida, la única persona que parecía no quererla era su tía, pero sabia que poco a poco estaba bajando sus defensas, el amor y los cuidados que Candy le profesaba sin ella pedírselo,sabía la tenía alegre a un que ella no lo demostrará, sabía que no quería admitir su error y que le costaba explayarse con las personas, era a causa de la dura educación que había tenido.Poco a poco le estaba coqueteando, de ven cuando le tomaba la mano y se la ponía en el corazón, ella se sonrojaba, la tocaba el brazo desimuladamente o le besaba la mano, el miraba el color sonrojado de sus mejias y sabía no le era indiferente. Recordaba las mujeres tan frívolas de su círculo social, solo se preocupaban por banalidades, lo habían tenido todo en su vida, pero al parecer lo que les hacía falta era esa alma noble, y buena, pero es que todo se les daba con las manos abiertas, desde lo más caro, hasta lo más barato que podrían, tenían todo, menos el amor de sus padres, pues se mataban trabajando para darles lo material, pero descuidaban el tiempo en familia, porque si tenían un momento libre, preferían hacer vida social. El había caído en ese error con sus hermanos y no se dió cuenta hasta que ella llego a su vida, antes su familia vivía en el más crudo invierno y hoy con ella en sus vidas están en la más bella primavera, ella les inyectaba felicidad confianza y pero sobre todo amor incondicional, como el de una madre debía tener para un hijo, el comportamiento de Rousse estaba cambiando poco a poco, sus notas habían mejorado muchísimo, en poco tiempo.
Eliza estaba enojada e indignada, como esa monjita había osado a ofender la a ella, una mujer que era parte de las más encumbradas familias de Los Estados Unidos, destrozaría a ese colegio de cuarta, le diría a su papito lo que pasó, eso es. Pensaba Eliza pues no se quedaría con lo brazos cruzados
En la biblioteca estaba un Roger Leagan, muy preocupado, pues las acciones de su empresa habían caído radicalmente en la bolsa de valores, no hallaba que hacer, estaba Realmente aterrado, perdería casi todo lo que tenía, su esperanza era que Eliza se logrará casar con William Andrew y para eso tenía a la mejor aliada, su propia tía, además que hombre no se rendiría a los pies de Eliza, si es una mujer de una belleza exuberante, inteligente u simplemente genial.Por otro lado Elroy pensaba en si realmente era tan importante eso de mantener su sangre azul, o sea que su sobrino forzosamente se tenga que comprometer con alguien aristócrata o era más importante la felicidad de todos ellos, pues ella había notado el cambio tan grande que todas sus sobrinos habían realizado, pero una alianza con los Leagan era de mucho beneficio económico para la familia y amasarian más dinero, para sus futuras generaciones. Pero eso era realmente importante, claro que sí,se respondió o eso era lo que le habían enseñado a ella, habían dos cosas imposibles que cuidar el linaje , su apellido, y el dinero que les daba la faustuosa vida que tenían, definitiva mente ella no podía vivir sin está, se arregló para ir a hablar con la madre superiora y viera que hacía con esa novicia, que ella no quería cerca de su familia.
Por otro lado, la madre superiora ya había notado la atracción que sentían mutuamente los rubios y se dió cuenta que eso era amor.
Candy se sentía con el corazón atribulado, sentía que le estaba fallando a Dios, sabía que tenía que dejar el hábito, pero tenía miedo de salir al mundo, pues durante toda su vida había estado protegida en las paredes de un convento, ¿Qué haría afuera?, ¿ Dónde viviria? Pero de algo estaba segura debía tener fe en Dios, que todo iba a salir bien y oraba para que le enseñará su camino y cumplir sus designios, así que tomo fuerzas y se dispuso a hablar con la madre superiora.
Tocaba la puerta y le daban el pase, realmente la madre superiora esperaba a otra persona, pasa hija, con muchos nervios y jugando con sus manos, Candy le dijo- puedo hablar con ustedes.- bien siéntate.- la puerta había quedado entre abierta y la persona que tenía la cita con la madre superiora, se detuvo al escuchar la voz de Candy. Madre, he tomado una desición- dime hija, te escucho- renunciaré a los hábitos, no puedo ser monja.- se puede saber porque- este madre, me enamore y no es correcto.- del señor Andrew.- Candy asentó con la cabeza.- se que el no me mirará como mujer, pues soy poca cosa para el, pero tampoco puedo seguir engañandome, no faltar a Dios.- Madre, realmente estoy agradecida por todo lo que han hecho por mi, siempre los consideraré mi familia, pues estarán siempre en mi corazón, perdoneme madre.- hay hija, todo lo que te hemos dado es porque Dios así lo quiso y una persona no solamente le puede servir dentro de una iglesia, lo puedes hacer desde afuera, en nosotros siempre tendrás una familia.
Hay Madre, dijo Candy, tirándose a los brazos de Candy, tengo miedo, yo no conozco el mundo.- sssss... Tranquila hija, no te dejaremos a la deriva.- después de tu graduación me entrega el hábito, estoy segura que tú vida cambiará después de eso, ahora vete, pequeña, que tengo que recibir a la visita, Candy, Asintió y se fue, mientras la persona que estaba escuchando se escondió detrás de una columna para hablar muy seriamente con la madre superiora.Continúara......
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La Novicia
Fanfiction¿QUE PASARIA SI CANDY? fuera una linda chica huérfana se ve obligada a hacerse novicia para no tener un cruel destinó.