¿ Sera cuestión de suerte?

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La madre superiora miraba lo nerviosa que estaba Candy frente al señor Andrew y no pudo dejar de observar como este no la dejaba de ver y la manera en que le brillaban los ojos, con un  pensamiento pícaro, quería ver que lograba hacer, pues  Candy en definitiva no tenia escrito en el libro de la vida que se dedicara al servicio del señor en un monasterio, pero si en la vida laica, sabia que lo haría, pero ocupaban un empujoncito y por supuesto, entregar a una mujer virtuosa, ella solita se dará cuenta, pensaba la hermana.

- Buen día Sr. Andrew, decía ,mientras señalaba la silla, pidiéndoles que se sienten.

- Bien, ya conoció a la hermana Candy, ella es la novicia, encargada de la coordinación académica y orientación, del curso de su hermana. se le manda a llamar, para darle a conocer y registrar en el libro de conducta, los acontecimientos del día de hoy. 

anote en el libro, hermana Candy- pepe...ro, disculpe hermana, dele otra oportunidad a la chica, antes de condicionarla. 

- ¿Qué dice, me esta desautorizando, a mi?- ohhhh....¡¡¡¡no madre!!!!, eso jamás, no, solo le pido en nombre de Dios que se le de otra oportunidad.

-Entonces, ¿ que sugiere?, vio las notas, no quiere estudiar, hace travesuras a mas no poder y  de hoy fue el colmo- Candy, bajo la cabeza, no había forma de defenderla, pues ella sabia, lo traviesa que era su pupila.- Bien eso imagine-bien señor Andrew, hoy no actuó como una señorita que se valora, ella y otras compañeras, que recibirán su justo castigo, cuando pasaba el grupo de banda del colegio San Miguel, la cara de Albert, se ponía roja, tenia cólera por la desfachatez de su hermana, pero se quería reír al imaginarse las caras de las madres- Luego le dio los dulces a los maestros que los mancharon tanto que parecían payasos.- A,NO, DE ESO MO ME HECHARAN LA CULPA MADRE, me los decomisaron, los dulces eran de broma para mis compañeras, además quien los manda a tomar las cosas ajenas, así no mas, me los hubiesen quitado y dado al final.

- Madre dele otra oportunidad, por favor, decía Candy- bien lo hare, si usted y el señor Andrew, se comprometen con migo- Si , madre, pensaron los dos al mismo tiempo- Bien también quiero tu compromiso, pero no me lo digas a mi Rousse, demuéstramelo.

- Bien Señor Andrew, usted vendrá por ellas sin excusa todos los días a traerlas y vendrá a dejar todos los días por tarde a las siete de la  noche a la hermana Candy, pues la llevara a darle reforzamiento a su hija. ¿ Esta de acuerdo usted hermana?- Candy nerviosa y viendo de soslayo a Albert, decía que si, con gusto madre- ¿ y usted señor Andrew?- Albert no pudo evitar una sonrisa de lado y dijo-Claro madre- bien pues solo falta una hora, hágame el favor de quedarse un momento mas en lo que esperamos, que vengan- retírense y al finalizar las clases vienen aquí- si madre, dijeron ambas, saliendo rápidamente, porque no querían tentar la suerte.

- Bien señor Andrew, ¿ cuales son sus intenciones con la hermana Candy?- usted sabe que es novicia, por el momento, pero en cuanto tenga su titulo universitario, que será en un mes, le quitaremos el habito y le daremos trabajo, le daremos albergue por un tiempo, pero poco a poco, tendrá que entrar al mundo, ella es muy inocente, no ha conocido otras paredes que de monasterios, sabe que e una chica abandonada y de allí prefirió refundirse en este mundo, antes de caer en las garras de gente mala, tal le ha pasado a muchas chicas y chicos, es una persona, dulce y generosa, pero si algo traviesa y despistada, la queremos mucho, así que si sus intenciones no son nobles déjela en paz.

- Madre, mis intenciones para con ella, son las mejores, jamás me permitiría hacerle algún daño, al contrario, estoy enamorado de ella y la quiero como mi esposa.

- Bien Señor Andrew, lo estaré vigilando, tendrá tiempo para ganarse su amor, si es que ella no siente ya algo por usted y no lo quiere admitir, de eso usted se encargara. Pero bajo el respeto que ella merece.

- Entiendo, madre y estoy de acuerdo.

-Perfecto, espero y no tenga problemas con su familia, usted sabe, como puede ser las personas de prejuiciosas, no quiero que le hagan algún daño.

- Madre, estaré allí para ella y defenderla, además creo que se ha ganado el cariño de mi hermana y se que ella también la defenderá.

- Dicho esto, espero que se casen aquí, cuando lo consideren necesario.

En ese momento, llegaban Candy y Rousse, para iniciar una nueva jornada.

- Bien hermana la espero aquí a las siete.- Si madre, dijo haciendo una reverencia.

salieron al estacionamiento y Albert le abrió la puerta de atrás a Rousse y a Candy la del copiloto. 

- Bien hermana y cuando se gradúa, me comento la reverenda madre que será pronto.

- Si señor Andrew, el 25 del próximo mes, pues tomaron como practica, mi trabajo en el colegio, así que ya el próximo mes tendré mi tituló.

- ohhhhh, me alegra por usted, hermana, me encantaría asistir para apoyarla.

- Claro, le daré una invitación, para mi seria un honor.

- Gracias hermana, me encantaría y me considerara su amigo y pueda confiar en mi.

- Claro que si, Señor Andrew- eso es muy formal y ya que somos amigos, llámame Albert, - Entonces usted llámeme Candy, dijo esta, algo nerviosa.

Rousse solo miraba el coqueteo de su hermano, hacia Candy y entonces, decidió que los ayudaría a acercarse mas, esperaba que funcionara todo, para que esa mujer Eliza, se fuera de su casa y si fuera posible, tener a alguien que la quiera, y quiera a su hermanito, sobre todo amara a su hermano, como para que los respeten y quieran y esa es Candy. haría lo que fuera por acercarlos, así se tuviera que "sacrificar" portándose mal, pensaba, mientras la mirada le brillaba planificar  sus nuevas travesuras.

por otro lado Albert solo esperaba, que para cuando llegara, se haya ido la mujercita esa de Eliza y su tía no le haga una de esas escenas.

En cuanto se parqueo, salió una llorosa tía, supuestamente despidiendo a Eliza. Ellas no se se habían percatado que Albert y Rouss, venían acompañadas, Candy, levantaba su carpeta  y escucho, como si alguien se aproximara a ellos.

- Mira por tus travesuras, lo que has hecho, ya lograste lo que querías, sacar a Eliza, poniéndola en mal con tu hermana y todavía la corrió de la casa- tu la sub se cuentas en todo Albert, esta niña malcriada lo que necesita es una buena tunda.

-Tía, ya compórtese, habla de niñas malcriadas y así se están comportando ustedes, además yo jamás me he comprometido y menos con Eliza, eso estuvo en su imaginación tía.

En eso Albert dijo, tu te vas pero ambas le tendrán que pedir disculpas a mi acompañante, cuando vieron a Albert, dar la vuelta y vieron a una linda chica vestida de habito, bajar de este.

Ambas mujeres parecían piedra, al ver a la hermosa joven vestida de habito, bajar del vehiculo.

Buenas tardes....

Continuara...............................





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