Capítulo 10: La Ruptura

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Hugo me dejó en la habitación en silencio, no hablábamos, no le salían las palabras y a mi tampoco. Era una situación en la que uno no sabía qué decir.

Me tumbé en la cama llorando como una niña pequeña. No podía respirar, el corazón me latía con fuerza y no encontraba el aire que le faltaba a mis pulmones por ninguna parte. Recordaba en mi cabeza todo lo que había pasado y me entraba ansiedad solo de pensarlo. No estaba preparada para verle besar otros labios, para verle agarrar de la mano a otra... no estaba preparada para que me dejara.

Él era mi otra mitad y se había ido, ya no estaba conmigo. Esa víbora había hecho algo con él, ya no me quería y no sabía cómo recuperarle. Se había ido, me había dejado, me había abandonado...

Me llevé la mano a los ojos secándome las lágrimas, los tenía hinchados y rojos. Me quería morir.

De repente alguien llamó a la puerta, dejé que sonara, no iba a levantarme a abrir. Quería que me dejase todo el mundo en paz. Había echado hasta a Hugo que lo único que quería era ayudarme y cuidarme. Pero yo solo quería estar sola.

Alguien metió la llave en la puerta y comenzó a girarla, me levanté de la cama sabiendo quien iba a estar detrás. Corrí hacia la puerta nada más la abrieron. Sonreí como una tonta mirando a los ojitos café, mi payaso estaba ahí, delante mía.

-Has vuelto. - dije con esperanza.
-Si, vengo a por mis cosas. - la sonrisa se me fue de la cara, tenía el semblante serio y llevaba una caja en el brazo-¿me dejas pasar?

Me hice a un lado inconscientemente y cerré la puerta sin pensarlo. Miraba a Aarón dirigirse al armario y recoger su ropa, se iba a ir de aquí sin mi. Me estaba dejando de verdad.

-¿A dónde te vas?

Me costaba que las palabras salieran de mi boca y al pronunciarlas dolían.

-A mi cuarto con Tomás.

Cerré los ojos dejando que las lágrimas cayesen de ellos, suspiré aliviada, al menos no se iba con Mireia.

-Podríamos hablar, ¿no?
-¿De qué quieres hablar?
-¿Cómo que de qué quiero hablar? ¿Qué cojones ha pasado?

Aarón no respondía, era como si no tuviese respuesta para mis preguntas.
Me lancé sobre él cabreada, le agarré de la sudadera haciendo que quedase a mi altura y me mirase a los ojos.

-Dime que no me quieres.

Los labios le temblaban, me miraba extrañado, no entendía qué cojones le estaba pasando.

Quitó mis manos de encima suya y acabó pronunciando las palabras que acabaron por destruirme.

-No te quiero.

Fueron como un disparo certero a mi corazón, me dejé caer en la cama para no marearme viendo como recogía sus cosas sin prestarme atención, le daba igual que llorase, patalease o le suplicase...yo le daba igual.

-No puedes hacerme esto Aarón, ¿qué pasa con nuestro futuro? ¿Dónde están nuestros planes de vida?
-Podrás hacerlos con otro,¿no te dio el número Pablo? ¿Por qué no llamas a Justin? Tanto que te gustaba y tanto por culo que diste con el niño. Se alegrará de que le llames. Él sí te quería. Tendrías que haberle elegido a él. Siempre equivocándote.

No podía creer que estuviese escuchando todo esto saliendo de sus labios.

-¿Qué cojones te pasa?No me puedo creer que me estés diciendo todo esto Aarón. Te elegí porque nos queríamos, porque te quería a ti y no a ellos.
-Ya,-se giró para mirarme-pero...yo no te quiero a ti.

La Hija Del Caos: La Venganza A Los Dioses [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora