Capítulo 26: Una Horrible Tentación

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Después de ayudar a mi madre con la limpieza de la casa fui a mi cuarto para ducharme y prepararme para la noche de año nuevo.

Aunque pareciera que no tres personas más en un hogar se notaban, por suerte la casa no era pequeña y había sitio para todos, solo que el tema baño era bastante complicado. Por suerte tenía baño propio en mi habitación.

-¡No quiero ponerme traje! ¡Voy a ir en pijama!

Aitor corría de un lado para otro en calzoncillos con mi padre persiguiéndole por detrás. Mi hermano estaba en la etapa de su vida en la que no hace caso a nadie.

Entré en mi habitación sintiendo la paz de estar en ella a solas por unos minutos, sin nadie molestando, sin gritos ni tentaciones como Aarón por ninguna parte. Sólo estaba yo.

Puse música para evadirme de todo, me quité los pantalones quedando con una camiseta corta ajustada y en tanga y me dirigí a la ducha, necesitaba que el agua hirviendo mojase mi piel.

Entré en el baño cantando el estribillo de la canción, me miré en el espejo para cepillarme el cabello y abrí la puerta de la ducha para que el agua comenzase a correr y saliese caliente, solo que nada más abrir la puerta el corazón me dio un vuelco.

-¡Aarón!

Tenía delante mía totalmente desnudo al payaso de los ojos color café. Veía las gotas de agua recorriendo su cuerpo y las envidiaba por no poder hacerlo yo. Notaba su sonrisa puesta en mi y tuve que apartar la mirada porque si no, iba a arder.

-Se llama a la puerta antes de entrar ángel.
-Es mi cuarto de baño, como comprenderás, no pensaba que nadie estuviese aquí.
-Tu madre me dijo que viniera a este ya que los demás estaban ocupados.
-Me has oído cantar y entrar en el baño, podrías haberme avisado.
-Ya, pero era más divertido ver como te sonrojabas.

Me giré para mirarle desafiante, me mojé con la lengua los labios para ponerle nervioso pero él sabía disimular demasiado bien. Estaba apoyado en la puerta de la ducha sin molestarse en taparse.

-No me he sonrojado.

Se acercó a mi quedando a mi altura y pasó su mano por mi mejilla acariciándola.

-Tus mofletes no dicen lo mismo.

Tragué saliva intentando calmar mi respiración, notaba mi corazón yendo a mil. Quería mirarle entero, tocarle y sentirle pero tenía que ser fuerte.

-¿Te queda mucho? - pregunté cambiando de tema.
-Acabo de entrar, si quieres podemos ducharnos juntos. El espacio no es muy grande pero cuanto más juntitos mejor.

Este chico era un terrible sufrimiento.

-Mejor espero fuera. No vaya a ser que te vayas a emocionar.

Aarón se acercó a mi oído y susurró en él.

-Ya lo estoy, mira hacia abajo.

Tuve una horrible tentación en mirar pero no lo hice, tenía que ser fuerte.
En cambio acaricié su pecho haciendo que se calentase, notaba como su corazón iba a mil, se estaba poniendo nervioso.

-A esto se le llama Karma-susurré en su oído- espero que te lo pases bien solito.

Me di la vuelta para salir del cuarto pero Aarón me agarró del brazo.

-Con que esto es la guerra.
-Eso parece.
-Se jugar ángel.
-Yo también payaso.

Me solté de su agarre y fui a salir por la puerta cuando me detuvieron sus palabras.

-Tu culo sigue siendo mi favorito.

Le saqué el dedo acordándome de que aún iba en tanga y me senté en la cama tapándome la cara, ahora necesitaba una ducha de agua fría.

La Hija Del Caos: La Venganza A Los Dioses [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora