Bueno, aclaraciones, se que no a todos les gusta sexualisar personajes, pero los puse y son mayores, (los menores) en todas dice advertencia y aclara los puntos de vista.
-No en todas hay mayor 18
Pero, es decir,,, hay besos y abrazos y lo puse com...
•Palabras: 3144. •Tema: Estocolmo. •Advertencia: +18. •Explicación: Aether te ha capturado hace más de unas semanas, ambos vivían juntos, comían, hablaban y pasaban el rato juntos. Eran realmente unidos, y pasar tiempo contigo ha fortalecido un sentimiento hacia ti.
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ダイヤモンド [Diamante]
Su callada distante te miraba como algunas veces atrás.
—Aether...
Dibujó otra línea a lo largo del lienzo con cuidadosa precisión. Cada trazo necesitaba ser perfecto, capturar la esencia en su núcleo, aunque no era bueno en esto lo intentaba, o si no Albedo se molestaría con el, y el más mínimo error significaba que tendría que empezar de nuevo.
—Ather.
Otra línea, otra raya de tinta negra sobre blanco antes de mover la muñeca y rellenarla. Si se equivocaba ahora, entonces no había forma de saber si tendría otra oportunidad de capturarlo. Solo una línea perdida, un movimiento incorrecto o una salpicadura de tinta, y arruinó todo. Frunció los labios y frunció el ceño.
—A-e-ther.
Te acercaste y con cuidadosa rapidez, arrancaste el pincel de la mano del joven. Con cuidado de no arruinar lo que fuera en lo que estaba trabajando y ladeó una cadera hacia un lado. Un ceño fruncido en tu rostro cuando esos ojos azules se levantaron para saludarte, finalmente.
—Oh...
El finalmente habló. Si e había visto, pero solo se hacía el tonto.
—Estás aquí...
Dijo mirándote serio, aún estaba resentido después de la última pelea donde te capturó junto a Diluc. Sus palabras realmente eran frías y equivocadas, sabiendo que lo seguías debido a una cadena mágica que había creado Lisa.
—¡Aether, vamos a jugar!
Fuiste criada como un perro, a menudo te comparaba con Razor, pero tú eras una desalmada asesina que servía para ser alagada y tener algún premio durante las misiones, como mimos.
—No puedo, Albedo dijo que debía terminar esta pintura. Una vez lo haga me ayudará a crear una nueva arma.
—¿No eres tan fuerte? ¿Dependes de un arma para ser fuerte?
Preguntaste tocando la pintura con tus uñas largas y afiladas intentando no dañarla. El suspiro, no eras un verdadero peligro, solo estabas sellada de tus poderes elementales.
—Luces muy pequeño como para ser un héroe. ¿Tienes 16?
—Más de eso.
—¡¿De verdad?!
—¿De verdad eres una enemiga?
Te preguntó en un susurró para que no escucharas. Sentiste como el aroma a tarta se hacía mucho más ligero muy cerca de unas cuantas casas.
