Bueno, aclaraciones, se que no a todos les gusta sexualisar personajes, pero los puse y son mayores, (los menores) en todas dice advertencia y aclara los puntos de vista.
-No en todas hay mayor 18
Pero, es decir,,, hay besos y abrazos y lo puse com...
•Palabras: 3157. •Tema: Friendzone. •Atención: +18. •Explicación: Eres una chica que trabaja como contrabandista, pero estas realmente enamorada de un chico que no sabe nada de ti, ni que existes.
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切る [Cortada]
El chico no entendía la razón de porque lo ibas siguiendo donde iba y corrias asombrada a ver su espada. Entendía que le gustaras, pero no sabía la razón porque. Hasta que una tarde decidió encararte para poder establecer una conversación después de un largo, largo tiempo. Se acercó a ti sin que lo vieras y toco tu hombro para que te fueras vuelta viendo como construias un arma, la escondiste bajo una roca.
"Un arma Fatui..."
—¿Se te... ofrece algo?
—Mira, señorita. No soy bueno para esto-
Tus ojos encendidos lo rodearon mientras observabas al muchacho de cerca, era verdaderamente impresionante.
—¡Me llamó ___, es un placer Kazuha!
—Ah- hola... bueno lo que venía a decirte-
—¡¿Esta es tu espada?!
—Eh... si...
—¡Te he visto en combate! Manejas por completo el ángulo de trayectoria contra tus enemigos. ¿Es algún truco el que usaste cerca de Liyue?
—Y-yo-
—¡Cuéntamelo todo!
Gritaste sacando una libre que rápidamente cayó al suelo al ser interrumpida por el joven tomando tus hombros y empujandote suavemente sin hacerte daño para que reaccionaras y le prestaras de tu atención.
—___. ¿Verdad?
Asentiste.
—No se porque me sigues.
—Creó que ya le había indicado en las cartas que estoy enamorada de usted.
Sus mejillas se tornaron de rojo mientras lo aputabas tranquila con tu lápiz morado haciendo que le saltara un poco de tinta, aunque ninguno le importo.
—No lo entiendo. Por si aún no lo notas, yo soy raro y extraño, yo no encajo. No quiero hacerlo. ¿Puedes entenderlo?
Lo miraste confundida.
—Creó que deberías amar a otra persona. No soy el indicado.
Tragaste saliva, el te veía con miedo esperando que lloraras o le gritaras, pero solo te lárgaste a reír mientras apretabas con fuerza tu estómago.
—Ah... eso me hizo reír.
Pusiste tus manos en tu cintura una vez te cálmaste secando tus lágrimas.
