Bueno, aclaraciones, se que no a todos les gusta sexualisar personajes, pero los puse y son mayores, (los menores) en todas dice advertencia y aclara los puntos de vista.
-No en todas hay mayor 18
Pero, es decir,,, hay besos y abrazos y lo puse com...
•Palabras: 3029. •Tema: Sentimientos mezclados. •Advertencia: +18. •Explicación: Jean siempre fue la chica esforzada que salía adelante sola, sin ayuda de nadie, tu jamás hiciste algo por alguien, eran polos opuestos, jamás la viste en persona, pese que eras la segunda mano de Kaeya, jamás tuviste el placer de conocerla.
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騎士 [Caballero]
Te arreglaba para irte al Festival de las flores de viento, tenías encargado disfrutar de este día, aunque no te importaba, siempre estabas ausente en los deberes de caballero y se los dejabas a un joven de pelo amarillo que te estaba acompañando en este día. Era mucho más pequeño de lo que tu pudiste haber imaginado para esta celebración. Aunque a menudo traía sus zapatos con un poco de tacón hoy se había puesto unas botas negras que lo hacían ver atractivo y deslumbrante.
—¿Y bien?
—¿Y bien...?
—¿No me invitaras a comer?
Bromeabas mientras tomabas su hombro y el te miraba confundido mientras sostenías el traje de Paimon para que no tomara las manzanas sobre la mesa. El joven desvió la cabeza mientras bebían en el restaurante de Sara, parecía que algo había llamado su atención.
—¡Bárbara, señorita Jean!
Gritó Paimon alegre mientras Aether se levantaba de la mesa para poder ver a las muchachas que iban caminando juntas y se alejaban la una a la otra para que una mujer mágica moviera sus caderas y se acercara al viajero.
—Oh, hola.
—Oh, estás acá viajero.
—Hola cariño.
Dijo tomando su mentón y girando su cabeza hacia donde tu estabas mirando tu cuchilla.
—¿Esa persona...?
—Oh, es ___. Es la mano derecha de Kaeya.
—¿Kaeya? Jamás la había visto.
Dijo la mujer alta y rubia mirando hacia donde tu estabas. Aether gritó tu nombre mientras tu lo mirabas seria y veias a la distinguida caballero a su lado. Tus ojos brillaron y tu corazón se había acelerado, tus pupilas habían aumentado y dejaste de mirarla al segundo.
