A R I E L A R È C H I G A
-¿Le contarás todo a mi abuelo?-Pregunte mientras que dejaba caer mi cabeza sobre su pecho, el jamás se había comportado así conmigo, y hasta comenzaba a ser algo cariñoso. Pero sentía que me estaba encariñándo muy rápido y que podía salir lastimada, pero es que diablos, Ovidio Guzmán me estaba tratando bien y había abierto mi corazón hacia el, ¿Como no hacer eso?-Guzmán.
-Si, si, lo hare.-Pronunció mientras que yo asentía y solo pestañeaba varias veces.-No seré su tapadera, Ariel, y menos después de saber lo que te hicieron.
-Yo nunca lo dije, por que pensé que yo tenía la culpa.-Murmuré.
El negó.
-Eras una niña, sirenita, no tenias culpa de nada.-Murmuró el mientras que una lagrima bajaba por mi mejilla, que rápido fue limpiadas por una mano brusca tomándome por sorpresa.-Y si ahora la hiciera, tampoco tendrías la culpa, solo tendríamos que ver si también lo hace con su hija.
-Tiene un nombre feo.-Hable.-El mío está más bonito, además de que se copiaron.
-Siempre pensé que eran nombre combinados.
Negué.-Yo nací primero y mi papá me puso, Ariel Calixta, y ella nació dos o tres años después y le pusieron Aria Carolina, el mío es mas original.
-¿Por que te pusieron Ariel?-Preguntó.-¿Y Calixta? Tu papá te aseguro el bullying.
-Y el tuyo también poniéndote Ovidio.-Murmure escondiendo mi sonrisa mientras que el negaba y solo lo abrazaba.-A mi tía Claudia le gustaban mucho las películas de Disney, entonces, estaban entre Aurora y Ariel, pero gano Ariel, y Calixta, pues.. significa la más bella. Por eso me llamo así.. ¿Y tú? ¿Tienes otro nombre?
-Yo creo que el mío no tiene significado, solo mi papá me quizo desgraciar en el nombre.
-No está tan feo, puede haber peores, como llamarte Serafín.-Murmure.-A mi tío lo chingaron bien y bonito.
-Eso si, está más bonito Ovidio.
-O menos peor, más bien.-Hablé mientras que sentía como poco a poco, sus manos iban bajando hasta las curvas de mi cintura. Su perfume varonil estaba embriagándome, estaba inundando mis fosas nasales con ese rico aroma, olía a Ovidio.-O llamarte Ismael, pero que te llamen Mayito Gordo, eso está más canijo.
-Eso si, jamás supe por que les decían así.-Pronunció.
-Por que mi abuelo así les decía de cariño, pero como se les cerró el mundo, tiene varios hijos Ismael además de ellos dos, así que como eran a los que más bien, eran el flaco y el gordo, cuando yo tenga hijos les pondré nombres bonitos y no esos.-Hable mientras que suspiraba.
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Cicatrices | Ovidio Guzmán | TERMINADA
RomanceNo ahí cicatriz por brutal que parezca, que no encierre su belleza. Una historia puntual se cuenta en ella, algún dolor. Pero también su fin. Las cicatrices, pues, son las costuras de la memoria. Un remate perfecto que nos sana dañándonos. La forma...