Penúltimo Capítulo
𝙳𝚒𝚌𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎
A R I E L A R E C H I G A
¡Creo que todavía no asimiló bien que hoy es el gran día, que hoy me caso con la persona que amo con todo el corazón y el amor de mi vida! Desde la mañana e estado aquí, me están arreglando con mucha anticipación por que la ceremonia es a la tres de la cinco de la tarde, pero también tenemos que irnos como desde la dos de la tarde por que es en una de las Iglesias de Culiacán, mi papá ya estuvo llorando conmigo mientras que en arreglaba por que dijo que su princesa había crecido. Haciéndome llorar a mi también pero ya pasó, ahora lo mande a que se arreglara mientras que a mis bebés los tiene Aria, ella también está aquí con Gris —y las dos están encargadas de mis hijos— lo que daría por que mi mamá estuviera aquí, pensé.
Suspire. Mis damas de honor serán Carlota-Iván, Aria-Alfredo y Griselda-Sebastian. Que por cierto ya me estoy muriendo lentamente por mirar a Ovidio. Estamos en ranchos separados para evitar que el me viera con el vestido, pero el esta a sólo unos cuantos kilómetros de mi.
¡Es que todavía no puedo creer que hice que cambiara, Dios!-Pense.-Tantas cosas que me hemos pasado y hoy es el gran día, hoy seré ahora si la señora Guzmán frente a todo el mundo. Ovidio, Alf, Ivan, mi suegro y Sebastian están en el rancho de alado —como ya dije— por que ellos están allá a haciéndole compañía a mi futuro esposo. Mi papá también se quería ir con los hombres pero no lo dejé por que no quería que llegara tarde, y como tenemos que entrar juntos, mejor se quedó aquí conmigo.
La verdad es que daría todo por tener a mi mamá aquí conmigo, pero también de que así dios lo quizo. Ahora ella debe de estar orgullosa de La Niña que tiene como hija, aunque no sea biológica, siempre la amaré como una madre, por que eso fue ella para mi, mi madre. También se que a Ovidio le hace mucha falta su mamá y me duele, por que los dos vimos como mataban a nuestras madres frente a nuestros ojos, yo jamás olvidaré ese día en el que mi mamá me protegía, cuando la acompañé a él gimnasio sin saber que no la volvería a ver jamás.
Moví mi cabeza intentando pensar en otra cosa, me mire a el espejo y no mames, me miraba hermosa. Las maquilladoras estaban desquitando los que Ovidio les tuvo que pagar, siguieron haciendo su trabajo mientras que yo me dedicaba a pensar. Siempre cuando iba a ver algo de la boda, me decían que era muy joven para casarme y así, y apenas tengo veite años casi, veintiuno y con dos hijos, pero no me importa por que no saben como amo a mi prueba familia.
Mis bebés ya casi cumplen sus ocho meses y no puedo estar más feliz de lo que ya soy, están creciendo muy rápido y me da mucho temor, pero los amo más que a mi vida, ellos dos son las fuerzas de su papá y mías pasa seguir adelante. Siempre están con una sonrisa y son los consentidos de sus dos abuelos, a el igual que de sus tíos, siempre están con nosotros en la casa —aunque no los invitemos— igual van solo para ver a Ariel Jr. Y Rodrigo. A esos niños jamás les faltará nada, mi amor y menos dinero.
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Cicatrices | Ovidio Guzmán | TERMINADA
RomansaNo ahí cicatriz por brutal que parezca, que no encierre su belleza. Una historia puntual se cuenta en ella, algún dolor. Pero también su fin. Las cicatrices, pues, son las costuras de la memoria. Un remate perfecto que nos sana dañándonos. La forma...