~ La Segunda Esposa ~ Benimaru X Lectora ~

Parte 1

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Continente Isaatk, al sur en la cuidad Fjoer.
En el ducado Shinmon. Castillo de Asakusa.
Lunes.

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—No es una sugerencia, no es una pregunta. Es lo que se va a hacer— dijo un hombre sentado al joven que tenía en frente de unos 20 años.

Estaban sentados en un comedor, en una larga mesa hecho de roble en que cabían como unas veinticinco personas pero solo estaban sentados tres personas.

—Me niego— dijo el joven pelinegro de unos peculiares ojos aparte de rojizos.

—Se hará, porque yo lo digo. No tienes el poder de negarte y tampoco te dejaré ir, y no te debe preocupar la decisión de tu esposa, porque ya todo está hecho— dijo el mayor hablando fuertemente al joven— Yo soy Habachi Shinmon y Tú eres Benimaru Shinmon. No eres mi sangre pero si mi legado, y me obedeceras.

—Por favor Benimaru, hazle caso a tu padre— dijo una voz más baja y temerosa de los temperamentos de los dos hombres. Era la Duquesa Shinmon.

—Annaisha— dijo respetuosamente el joven Benimaru pero a la vez intentaba dar a entender a su esposa que tenía que parar— siempre he estado a la altura e hice todo, entrené, me he vuelto más fuerte que aquel niño que era cuando llegué, también hice la alianza matrimonial— dijo sereno al terminar esto empezó a decir con molestia lo siguiente— ahora que estás enferma mi padre quiere deshacerse de ti, eres parte del castillo de Asakusa.

—Afuera todos los que no estén sentados en esta mesa— ordenó el mayor— tu también espera en tu alcoba— dije el anterior patriarca a la joven duquesa.

La señora se retiró no sin antes reverenciar a su esposo y a su suegro.

Cuando ya todos los sirvientes y la señora estuvieron afuera, el señor dio un suspiro pesado. Mientras que el joven se recargo totalmente en el espaldar de la silla desparramado sus piernas.

Hibachi Shinmon aunque se miraba cansado no era un hombre debil, tenía un cabello rubio muy desgastado parecido al blanco, y unos extraños tatuajes en las cejas.

—No lo voy a hacer, porque tendría que hacerlo cuando tu no lo hiciste cuando murió la duquesa anterior.

—¿Por qué no quieres hacerlo? Entiendo el respeto que tienes hacia Annaisha, sin embargo, no es amor. No me compares contigo Benimaru. Además fue ella misma la de la idea.

—¿Qué?— dijo atónito el joven Duque— no creo que sea tan idiota para hacer eso.

—Si no me crees ¿por qué crees que ella estaba presente en esta conversación y te pidió que lo hicieras?

Benimaru no dijo nada, salió del comedor a un paso apresurado y enojado a la alcoba de su esposa.

—¿Qué significa esa idiotez?

—Es necesario Benimaru, no me voy a curar, no nos amamos pero somos amigos fieles uno del otro. Necesitas encontrar a alguien.

Benimaru no respondía, estaba enojado por las decisiones que habían tomado sin que el pueda dar su opinión.

—Por favor, si me quieres o alguna vez me quisiste, hazlo— dijo Annaisha agarrando el brazo de su esposo.

Suspiro pesadamente en señal de redención.

—¿Quien va a ser la segunda esposa?