Parte 11

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Ya más entrada la noche, luego de la noticia inminente de la muerte de la Duquesa Annaisha, llegó un silencio absurdo. Era como si todo debiera ser tragado por el silencio y la oscuridad. Me pregunto ¿qué tanto nos calentará el sol por la mañana?

Cada tanto en este castillo me quedaba en noches en vela, pensaba en mis tradiciones y en mi amor, pero parece que apartar de ahora mis desvelos serán de mi pérdida.

¿Tanto querías morir Annaisha? El odio que se ha formado en Benimaru, no será fácil de dejar atrás.

En la mañana siguiente lo único que se escuchaba eran los sirvientes preparando el salón de reuniones para el funeral de la duquesa Annaisha Shinmon. Nadie se atrevió a presentarse en el comedor, algunos como Konro y las gemelas desayunaron en sus respectivas habitaciones, en cambio, Benimaru y Hibachi rechazaron comer alimento alguno. Finalmente ________ se enredó más en sus sábanas y no dejó a ninguna de sus criadas, exceptuando a Ayaka, quien se sentó en una silla al lado de su cama.

No había nadie que no le afectará la repentina muerte, la costumbre en la vida diaria que representaba la fallecida duquesa era innegable, hasta los criados les afectaba. Las acompañantes, las medicinas, las dulces y corras caminatas por el jardín, las comidas en el comedor... horas habían pasado y todo eso se había perdido. Parecía que en el castillo alguna sola risa que resonara en las paredes podría hacer enfadar a todo el ambiente.

Ya por las tres de la tarde había llegado Konro a tocar la puerta de la recámara de ________, lo recibió Ayaka a quien le indicó que en una hora debería de estar lista para el funeral. En ese entonces fue Ayaka quien dejó entrar a las criadas mientras que _________ estaba en la tina. Arreglaron sus ropas y su peinado. Tenía que presentarse aún si Benimaru la rechazaba, era su amiga y su hermana, era su duquesa y la primera esposa de su esposo.

El ambiente era lúgubre y en medio de todo el silencio que se mantenía en la fachada de respeto se oían los zumbidos de los chismes sobre la muerte de la duquesa y de la nueva esposa.

Durante después de los pésames y respectivos "buenos deseos" hacia los familiares de la difunta. El duque junto con Konro y Hibachi, además de uno de los guardias de Annaisha, llevaron el ataúd hasta unas criptas que estaban a unos tres kilómetros del castillo. Antes de entrar a la cripta, volvieron a abrir el ataúd para que los visitantes despidieran a Annaisha, ya entre lamentos cada uno se había marchado, pues en la cripta no podían entrar nadie quien no estuviera autorizado o sea parte del linaje Shinmon. Es decir, los guardias se quedaron afuera mientras que tan solo entramos los que sostenían el ataúd entre sus hombros y las gemelas y yo.

Después de depositarla en el lugar que le correspondía, me quedé parada frente a su tumba. Al lado mío se encontraba Benimaru. Los restantes se quedaron un tiempo hasta que se escucharon los pasos dando marcha atrás en dirección a la salida. Solo quedamos el y yo.

"¿Ya te habrás reunido con la persona que amas, Annaisha?"

—¿Por qué sigues aquí?

—¿Al lado suyo, mi señor? Soy su esposa y hermana de Annaisha.

—Tú la mataste.

—Yo no hice nada Benimaru, acéptalo.

—No vuelvas a llamarme por mi nombre, no tienes el rango para hacerlo.

—Benimaru, mi señor. Lo lamento no puedo desaparecer como usted quiere que lo haga, no es el único que perdió a Annaisha. Estoy a su lado y lo estaré.

—¿Quién podría confiar en alguien tan inexistente como tú, ________?

—Confíe en mis palabras mi señor.

—No vuelvas a aparecer en frente mío, ni quites ni muestres tu rostro en frente mío— dijo marchándose.

—¡Debes aceptarlo Benimaru!

—¡Ya basta ________!

"Eres una desgracia, muñeca de plata"... eso se dice cuando una mujer no es amada por lo que toda su vida tendrá tendrá llevar la máscara. La última vez que lo escuché fue cuando era pequeña, mi abuela se lo dijo a una de mis tías.

"Eres una desgracias, mi dulce nieta, eres una muñeca de plata"

~ La Segunda Esposa ~ Benimaru X Lectora ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora