~ La Segunda Esposa ~ Benimaru X Lectora ~

Parte 19

—¿Como te encuentras?

—Bien

—Benimaru, soy yo Konro, tu amigo y hermano, y la cara estoica que muestras no es ciertamente lo bien que te encuentras.

—¿Que quieres que te digas?

—Sobre lo que está pasando.

—En mi cabeza no pasa más que viento, solo pienso en detención de los infernales para largarme de este maldito lugar.

—Si claro, seguro es solo eso.

—Bueno ahora que estas aquí, ya que tienes tantas ganas de hablar, dime, ¿Cómo lo está haciendo ella?

—¿________? Lo hace bien, inexperta, pero confiable.

—Supongo que es un peso menos en la conciencia.

—¿Que es lo que hace peso en la conciencia de nuestro Gran Duque?

—No se si es correcto hablar de estos temas ahora.

—Entonces ¿por qué en cuanto entre en la tienda estas recostado en esa silla con la mirada fija en esa carta?

—...

—Se que no sabes con quien hablar.

—Ahhh.... no se como explicarlo, esa fue la primera carta que me ha enviado desde hace días y hasta ahora ha sido la única, sin embargo, no espero más pues me siento satisfecho. Luego tengo que centrarme todo el día en este lugar pero en las noches tengo ciertas lagunas en las que estoy pensando y lo único que siento es curiosidad... necesito saber más.

—¿Qué piensas después de eso?

—Pienso en que me gustaría molestarla u oírla, esa cierta altanería en su voz me atrae.

—Waka, ¿Eso no significa que esta todo bien?

—No, no lo está, porque eso solo es un principio pero luego está la noche antes de la partida y ese día sentí deseo, sabía que lo que sentía era deseo y ningún gusto, un tiempo después sentí que todo eso abruptamente era como saltarse una etapa esencial en la vida. No puedo simplemente desearla y tener curiosidad, eso puede irse.

—Es decir, quieres mirarla y sentir querer ¿no? Osea que, esa carta que miras solo te recuerda el deseo que tienes dentro.

—Si.

—Todo irá bien, ustedes estarán juntos por mucho tiempo.

—¿Cuanto? Las enfermedades atraen a la muerte y no sabemos si será ella o yo. Desesperación es algo que yo no quería sentir.

—Pero lo haces, tal vez tú vayas despacio que sientas que el ritmo a la que ella va en estas cuestiones son lo que te hacen sentir desesperado.

—Aunque aun tengo otra duda.

—¿Cuál es?

—Ella es un regalo, Annaisha tomo a una jovencita que no tenía ni siquiera el primer amor de su vida y la puso junto a mi, ¿ella por que tiene que amarme? Esa es mi pregunta, ¿ella tiene que amarme por que es mi esposa?

—No, ella no tiene que amarte porque sea tu esposa. Simplemente es lo que ella quiere.

—¿Si ella no fuera capaz de amarme, entonces que sentido fuera el que la pusieran junto a mi?

—En la compañía Waka, hay cierto tipo de compañía que no podemos brindar, ni las gemelas ni yo.

—Solo quiero que todo esto, salga bien. De la manera en que ninguno se sienta arrepentido.

—Eso es imposible, si no se llega a nada serán tú o ella, ninguno jamás.

—Ya lárgate Konro, quiero está solo. Mañana será ajetreado.

—Buenas noches.

—Buenas noches.

He dicho todo eso, pero mientras más pienso, más quiero estar como esa noche.

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Espero que les guste, y Comenten que les pareció.

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%